Los gobiernos municipales sin lugar a duda, representan democráticamente la esperanza de muchas personas en distintos niveles y regiones. Veracruz es a nivel nacional un estado valioso por el número de estos gobiernos locales.
De los 2,456 mini gobiernos por así llamarlos, después de Oaxaca con 570 y Puebla con 217, Veracruz está conformado por 212, por ello, la importancia de la guerra de poder que se avecina en nuestro estado.
212 almas más las otras que ellos una vez ganando, designen como equipo, y los respectivos miembros del ayuntamiento para conducir el destino de los habitantes que pusieron en ellos su presente y su futuro para lograr el tan anhelado bien común.
Las alcaldesas y los alcaldes son la autoridad local, la más cercana, la de primer contacto, es la más susceptible de ser receptiva a la voz de sus ciudadanos, es la que en teoría mejor conoce las necesidades.
Muchas de las decisiones que afectan de manera directa la vida de los ciudadanos no se toman en el Palacio de Gobierno Estatal o en el Congreso Local , sino en edificios más modestos, más cercanos al barrio en cuestión.
Aquí radica la importancia, en primer lugar de saber y entender qué es un legado, segundo; saber si estas mujeres y hombres quieren pasar a la historia como grandes transformadores o como el común denominador de los que son candidatos, ganan y terminan en el desastre total y absoluto. Yo simplificaría “el legado de un gobernante” con la pregunta ¿cómo te gustaría ser recordada o recordado?, o quizá una mas aterrizada, ¿qué quieres que digan cuando ya no te encuentres en el cargo?.
La guía más importante de estos valerosos individuos que deciden conducir los destinos de sus pueblos deben ser estas dos simples, llanas y sencillas preguntas y sin lugar a duda, el sentido común les puede dar la respuesta.
La respuesta ideal en palabras de Arnaldo Giménez un apasionado de la comunicación política y la Ciencia Política (@ar_gimenez), “es que los políticos sean recordados por sus acciones antes que sus promesas; por el número de personas que ayudaron antes que la cantidad de cargos que han ocupado; por escuchar y acompañar los problemas de la gente antes que las manifestaciones que reclaman participación; por hacer que las personas se enorgullezcan antes que hacerlas enojar; en fin, por hacer cosas que perduren y formen parte del imaginario social”.
Las circunstancias políticas en nuestro país y estado son muy complicadas pero el legado es el legado.
@JorgeHAlor
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