En los últimos días se han desatado una serie de comentarios al interior de Sefiplan, en contra del Doctor Valentín Navarro Alarcón, director general de Fiscalización, quien durante dos años fungió como asesor de la misma dirección. Desde allí, quien pretende desprestigiarlo, desconoce su centro de trabajo, porque se viene manejando que fue subdirector de Masivas, cuando éste sólo es un Departamento de la Subdirección de Visitas Domiciliarias y Revisión de Gabinete adscrita a la Dirección General de Fiscalización.
La formación profesional y académica del Contador Navarro le permite llevar a cabo acciones para mejorar y generar más producción, por lo cual haya quien se siente presionado porque en los últimos doce años, ningún funcionario se había preocupado por mejorar la imagen del Servidor Público Estatal, en específico de los Auditores, que tan mala fama tienen.
No se trata de descubrir el hilo negro, sino cumplir los esquemas normativos y evitar esos vicios burocráticos a los que están tan acostumbrados muchas y muchos burócratas que ya lo consideran “un logro laboral”.
Navarro Alarcón ha intentado generar este cambio de “chip” mediante exhortos y ejemplo cotidiano, ya que se le puede ver en su privado desde antes de las 9 am, saliendo a comer la mayoría de las veces pasadas las cuatro de la tarde, y regresar antes de las 18 horas; hay quienes se van a las nueve de la noche y él se queda trabajando.
Es de comentar que lo que al parecer a una o quizás dos personas les molestó, es que en otras Direcciones de esta Secretaría, hay disposición para asistir por las tardes en horario de 4 a 6 pm por parte del personal que recibe compensaciones mayores a $2,000.00 mensuales, y cuando en esta Dirección se exhortó la semana antepasada, se escandalizaron quienes reciben tal compensación.
Hay que aclarar que la mayoría del personal de Fiscalización labora en horario completo sin percibir la famosa compensación vespertina y quienes la reciben (por canongías del pasado) no la quieren desquitar.
Por eso, hay quienes “amenazan” con manifestarse y tomar las instalaciones ante lo que consideran, un atropellamiento a “sus logros laborales” por parte del Contador Valentín.
En Fiscalización, la mayoría hace y cumple su trabajo con entusiasmo y lo que se pretende es dignificarlo y sacudirse las malas prácticas, siendo esto para algunos pretexto de insubordinación por el nivel de exigencia y compromiso que se pide con el Estado más cuando no se está acostumbrado a trabajar.





