El equipo alemán de futbol Borussia Dortmund fue objetivo ayer de un ataque con explosivos cuando se dirigía a disputar el partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones contra el Mónaco.
Los hechos ocurrieron en la ciudad de Dortmund, al noroeste de Alemania, poco antes de las ocho de la tarde, hora local, cuando el autobús del conjunto estaba a punto de abandonar el hotel de concentración, camino al estadio. Justo entonces explotaron tres artefactos de poca potencia, que dejaron herido leve al futbolista Marc Bartra.
El jugador fue trasladado al hospital para ser operado de una fractura en el radio, a la altura de la muñeca derecha, y para extraerle diversos fragmentos de cristal que se le incrustaron en un brazo tras estallar la luna del autobús.
En una primera comparecencia, la policía y la fiscalía declinaron ofrecer detalles sobre la presunta autoría y aseguraron que no se había descartado ninguna posibilidad, aunque revelaron que hallaron un escrito cerca del lugar de los hechos en el que se reivindicaba el ataque.
La fiscal Sandra Lücke evitó ofrecer detalles sobre el contenido del escrito, para preservar el trabajo de las fuerzas de seguridad, y señaló que se había abierto una investigación por un presunto delito de intento de homicidio.
En el marco de los registros se halló otro “objeto” que está siendo investigado pero que, por el momento, se descarta que sea explosivo, según explicó la policía.
El director administrativo del club germano, Hans-Joachim Watzke, admitió que el equipo se encontraba “en estado de shock”, pero aseguró que podrán disputar el partido, que quedó aplazado para hoy.
Mientras, en las redes sociales algunos aficionados del Dortmund ofrecieron a seguidores del Mónaco alojarse en sus casas, ya que los monegascos se habían desplazado hasta Dortmund para presenciar el encuentro pero no habían previsto necesitar pasar la noche en la ciudad.
