Finalmente, no pasó nada con el juez Cuarto de Distrito del Estado, Anuar González Hemadi, el mismo que se hizo “famoso” por haber concedido un amparo a uno de los “porkys de Costa de Oro” con argumentos inverosímiles y misóginos.
Resulta que el Consejo de la Judicatura Federal declaró improcedente la queja administrativa promovida por la vía disciplinaria en contra del juzgador, pues según el resolutivo, la sentencia con la que concedió el amparo a Diego Cruz, acusado de pederastia por el caso de Daphne Fernández, se basó en “cuestiones de carácter eminentemente jurisdiccional, debatibles u opinables, cuyo cuestionamiento debe ser materia de los recursos que prevé la Ley de Amparo”.
Esto quiere decir que existen recursos de impugnación que la ley prevé como control de legalidad de resoluciones y actos procesales, lo que hace improcedente la queja administrativa, estableció el Consejo de la Judicatura Federal.
Y de nueva cuenta, dándole la vuelta a la ley, se evitó analizar el fondo de lo que reclamado al juez González Hemadi, que podría implicar ineptitud manifiesta, mala fe o deshonestidad, materias que son por completo de la competencia de la Judicatura. Pero que no quisieron analizar.
Así la justicia en el país.
