Desde hace 26 años, Esmeralda Pérez Mendoza arregla con flores las cruces que este 3 de mayo colocan los trabajadores de la construcción en sus obras. Es la tercera generación en su familia que vende estas cruces en el mercado Jáuregui de Xalapa.
«Mi bisabuela antes se traía la flor del campo. Ahí empezó, ya de ahí mi abuelita, mi mamá, yo…ya viene la otra generación».
En este lugar las vendedoras de flores en su mayoría ofrecen diferentes tamaños y precios que van de los 50 y hasta los 150. «Viene la gente que está construyendo, los maestros albañiles, los de las constructoras y a veces la gente para la siembra. Es una vez más sencilla».
De acuerdo a la costumbre, las cruces deben “pararse” durante tres años consecutivos, por eso tiene de los tres tipos.
Este año mejoró la venta, pero aún así no se compara con la de décadas pasadas en las que las personas llegaban a buscarlas desde el 15 de abril.
«Nos empezamos a preparar desde febrero, empezamos a comprar cruz y la flor y el material artificial».
La celebración católica de la Santa Cruz en este 3 de mayo rememora a Santa Elena, de quien se dice, encontró la cruz de Cristo en el Monte Calvario. Al buscar bajo los escombros, los trabajadores de la construcción encontraron tres cruces.
Al ser famoso este relato en España y ya como costumbre de celebrar a la cruz se estableció en México y años más tarde se instituyó el festejo de los albañiles, quienes han dado un especial matiz a la celebración, adornando las cruces con listones o flores de colores y colocándolas en la construcción en la que estén trabajando al momento.
En esta fecha se celebra a los albañiles con comida y suelen echar cohetes al aire para anunciar la fiesta, por ello es común escucharlos durante todo el día.
