En tanto las campañas políticas para la elección de autoridades municipales en Veracruz, se van desarrollando, hasta donde se sabe, con tranquilidad y paz; el ambiente lleno de entusiasmo que caracterizó a otros procesos electorales, no se observa en esta ocasión. El espíritu bullanguero de los veracruzanos, no se ha desbordado y se atribuye a la falta de recursos económicos y a los topes de campaña; ya que los presupuestos de los partidos y candidatos, resultan insuficientes para “estimular” al equipo de campaña; así como para contratar a los grupos musicales, batucadas y edecanes promotoras del voto; además de la publicidad en medios de comunicación: radio, televisión, periódicos escritos y por internet y el uso de anuncios espectaculares, que en su conjunto, daban cuenta en cada localidad, de los aspirantes al gobierno municipal.
Afortunadamente, no sucede en ningún municipio veracruzano, alguna situación similar a la ocurrida al alcalde de Teloloapan, Guerrero; quien recibió amenazas de muerte y secuestro en contra de su persona y su familia, lo que el presidente municipal, Robell Uriostegui Patiño, comunicó de inmediato al Gobernador Hector Astudillo; y en un operativo con la Policia Federal y el Ejército, el alcalde y su familia fueron trasladados a un lugar seguro, para evitar que se cumplieran las amenazas anónimas, dignas de tomarse en cuenta, por estar precedidas de los homicidios de un ex diputado local y su tío, asesinados días antes en dicha localidad.
Y no es para menos, la preocupación que generó en el alcalde de Teloloapan, Guerrero, las amenazas de muerte , porque en otros casos y en diversos municipios del país, el número de alcaldes asesinados durante el periodo de gobierno del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, alcanzó a los treinta y ocho y en lo que va de la administración del licenciado Enrique Peña Nieto, ya suman dieciséis presidentes municipales asesinados. Por esas razones, los alcaldes deben estar conscientes de que la única forma de estar protegidos, es manteniendo un equipo de seguridad coordinado entre el estado y la federación, que con una estrategia definida y adecuada para cada lugar, se haga prevalecer el Estado de Derecho y la integridad física de sus autoridades.
Cuando hablaban de la deshonestidad de alcaldes y gobernadores, con el recientemente fallecido licenciado Gustavo Carvajal Moreno; en su carácter de Presidente del CEN del PRI, nuestro paisano (nacido en Santiago Tuxtla, Ver.), solía decir “”NO VALE LA PENA”” y se refería a que ninguna riqueza mal habida alcanzaba para mantener tranquilidad de conciencia y buena imagen ante la sociedad y la familia. Esa reflexión hay que hacerla con todos los aspirantes a los gobiernos municipales del estado de Veracruz, para que los electos, no olviden que No Vale la Pena, robarse el presupuesto municipal, puesto que además del descrédito y mala fama que se adquiere, hay que enfrentar las Acciones Penales, que la Fiscalia y la PGR, están obligadas a ejercer en contra de los responsables.
En las próximas tres semanas, los candidatos a alcaldes terminarán sus campañas y entonces se conocerá el resultado de su labor de convencimiento al electorado para llegar al ansiado puesto. Y esa tarea que resulta verdaderamente Titánica por las condiciones de ingobernabilidad y quiebra financiera, en que dejó al estado de Veracruz el doctor en economía Javier Duarte de Ochoa, será tan grande y tan difícil, que las propuestas de los aspirantes a alcaldes, no podrán superar el enojo popular antigobiernista, y por consecuencia, los resultados en cuanto al número de votos que lleguen a las urnas, no rebasarán ni el cuarenta por ciento del número total de los empadronados.