Charlie Rodd renueva su música folk

Han pasado tres años desde que Charlie Rodríguez comenzó su aventura musical como Charlie Rodd. Desde entonces el regiomontano se ha encargado de mostrar un estilo folk como pocos exponentes mexicanos. Primero lanzó Historias, que lo llevó a abrir el concierto de Jake Bugg, en El Plaza Condesa, y ahora presenta un ritmo renovado con un nuevo material discográfico que lanzará próximamente.
“Hace tres años empecé con este proyecto, comencé con unas canciones en guitarra acústica que terminó en un disco en folk y country en español, el disco se llama Historias y trae siete canciones. Ahora presento un segundo disco que todavía no lanzo pero que ya salió mi tercer sencillo de cinco, que se llama ‘Dulce amor’ y que es una canción inspirada en finales de los años 60, de música como la de Roy Orbinson y de Everly Brothers”, expresó Charlie Rodd, en entrevista con Crónica.
Para este nuevo material se apoyó en el productor Phill Vinal para tener un nuevo ritmo “más cercano a los sonidos de Coldplay y Radiohead, y que le gusta a la gente de hoy”, del cual ya estrenó dos temas “Estrellas en el Mar” y “Eternidad”: “Este nuevo disco tiene unas alteraciones a lo que venía haciendo, por un lado sigue habiendo temas de folk pero también hay unas canciones más alternativas, hay una que es más rock, salí de mi zona de confort y pues la idea es hacer algo más grande pero con la identidad, la composición, la letra y las melodías que yo hacía”, explicó.
“’Estrellas en el mar’, también de este disco, la quise hacer un poco como le hace Phill Collins, cuando la hace como si él fuera Dios y sabe la historia de alguien más. Ésta es la historia de una chava que pasa por un momento difícil y vive muchas cosas que la llevan a otro punto. Lo que quiero con este disco es mostrar que las letras no siempre son hacia algo mío sino que también hay un enfoque para que la persona que las cante también se imagine esa historia”, añadió.
Y es que se trata de un músico que él mismo describe su proceso creativo como atípico dentro del folk y que ve en sus letras y composiciones melódicas su principal sello, “lo normal en el folk es que la gente haga primero la letra y luego la música, como lo hacían Bob Dylan y Johnny Cash, pero a mí me pasa al revés, se me hace más fácil componer melodías más que las palabras, porque ésas van saliendo solas”, dijo.
“Generalmente, hablo acerca de sueños, emociones o historias que me han pasado a mí. ‘Dulce amor’ es un tema que se enfoca más a los años 60, sobre una chava rompecorazones que primero te quiere y luego no, que es algo de lo que hablaba mucho Elvis (Presley), en muchas de sus canciones”, agregó.
Finalmente, Charlie Rodd compartió la anécdota que le hizo inclinarse a desarrollar una carrera como exponente de folk: “Al principio lo que hice fue ir de viaje a Austin, Texas, cuando no estaba aún el proyecto y me tocó estar en lugares donde cantaban blues, country y bluegrass”, comentó.
“Estuve en festivales como el Austin City Limits y el South by Southwest y muchos de los actos que más me llamaron la atención eran folk, en especial vi a un cantante escocés que se llama Ben Howard que me pareció que tenía un proyecto muy bonito y acústico, algo me movió por lo que empecé a hacer canciones primero en piano y luego en una guitarra, ahí de forma inconsciente me incliné por el folk”, concluyó.