Pintando murales en las fachadas de las casas, en las bardas y en cualquier muro que les permitan, Omar Flores Rojas “Ezoc” y Vicente Cabrera Jiménez quieren cambiar la imagen dem Veracruz abrumado por la violencia.
“Queremos cambiar la imagen de Veracruz. El proyecto se llama Latidos Urbanos. Queremos cambiar la imagen, llegar a las comunidades con niños y jóvenes, personas adultas, enseñarles, acercarles las herramientas, pintar con ellos y seguir el trabajo”.
Ezoc ha plasmado diferentes realidades sociales, culturales y a personajes a través de sus murales en Chacalapa, Chinameca, Naolinco, Tempoal, Veracruz, Acayucan y Xalapa, pero quiere concentrar su trabajo en la zona sur, de donde es originario porque considera que es de las más afectadas por la violencia.
“Hemos tratado que en la zona donde se escucha más conflicto que es el sur, pintemos con ellos”.
Ambos artistas presentaron un proyecto piloto al Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) y esperan que recibir apoyo institucional para concretar su trabajo en la mayor parte de municipios posibles.
Identidad y cambio social
Mientras retoca algunos detalles del mural dedicado a El Juanote, en la esquina de la avenida Manuel Ávila Camacho y Betancourt, Vicente Cabrera, quien lleva 15 años pintando y ha recorrido varios estados desde que salió de su natal Juchitán, Oaxaca explicó que “cada mural resalta lo más importante del estado o del pueblo o del lugar donde se esté pintando”.
En Xalapa tiene varios murales y actualmente trabaja en el proyecto de pintar el barrio Benito Juárez, cerca del mercado Los Sauces.
“Toda la fachada la convertimos en un lienzo, agarramos parejo, ventanas y pintamos toda la calle”.
Además de dar identidad a un entorno, los murales urbanos generan un cambio desde el momento en que son vistos.
“Si vienes del trabajo o vas para tu casa, te cambio todo. Es una galería para quien no tiene acceso para ir a las galerías, se piensa que es para gente exclusiva también. Nosotros llevamos el arte a las calles.
Pintar murales para mí, aparte de ser mi oficio y mi estilo de vida, significa narrarles una historia, contarles parte de lo que se ha vivido por medio de la expresión visual. Contamos historias por medio del mural, tratamos de narrar sucesos”.
El Juanote
Por segunda ocasión, Omar “Ezoc” se enfoca en la imagen de Juan Herrera Vásquez “Juanote” como ícono de Xalapa. “Creemos que es un personaje muy importante para Xalapa. A través del mural queremos hacerle un homenaje y seguirlo teniendo vigente, que personas ejemplares como él se sigan recordando Es la segunda vez que pintamos a Juanote ya para dejarlo monumentado”.
Al verlos trabajar es común que los vecinos les pidan pintar en sus calles, lo que muestra no sólo la aceptación al arte callejero o urbano, si no los beneficios que traen los colores y mensajes del mural a los diferentes entornos.
“Los vecinos nos han venido a apoyar, prácticamente a platicar con nosotros para ver si podemos seguir pintando el callejón de Betancourt y otros espacios en Xalapa que tienen mala imagen. Los vecinos y la gente que pasa nos han recibido de buena manera, nos han brindado el apoyo a su alcance para que sigamos haciendo personajes”.
La pintura que ocupan la subsidia la asociación civil La Casa de Nadie, aunque “los vecinos hicieron énfasis en que si hacía falta material, ellos juntarían una cooperación a su alcance”.
Esto motiva aún más a los artistas que seguirán dando color de esta forma a los espacios abandonados o de riesgo, llevando el arte a las calles e invitando a disfrutar la cultura en sus diferentes expresiones.
“No queremos bajar la guardia. Estamos tratando a través del muralismo crear alianzas, no caminar solos. Cuesta la gestión, cuesta trabajo, desgaste mental, físico, pero al final es un resultado muy bonito, el que la gente lo aprecie y se vuelva parte de ellos, que lo tomen como suyo”.