Comey confirma que Trump le presionó por el Rusiagate

El ex director del FBI, James Comey, despedido hace un mes, acusó ayer por escrito al presidente de EU, Donald Trump, de haberle presionado en repetidas ocasiones para que abandonase la investigación sobre la presunta colusión con Rusia de su equipo de campaña.
Comey envió un extenso escrito de siete folios al Comité de Inteligencia del Senado, en un anticipo del testimonio que prestará hoy, que seguirá la misma línea acusatoria.
En el texto, el ex jefe del Buró Federal de Investigaciones explica que mantuvo tres encuentros en persona con Trump, y que charlaron por teléfono seis veces más. De un modo u otro, en todas ellas apareció la investigación sobre Rusia.
LEALTAD. El 27 de enero, una semana después de que el republicano asumiera la presidencia, Comey llegó a la Casa Blanca para una cena que debía compartir con otros comensales, pero relata que al final estuvieron los dos a solas. En aquella cena, Trump le preguntó si quería seguir dirigiendo el FBI, algo a lo que Comey ya había respondido con anterioridad de manera afirmativa.
En los memorandos que el ex jefe del FBI redactó sobre cada una de las conversaciones que mantuvo con Trump se refleja que en la solitud del edificio presidencial el mandatario le espetó: “Necesito lealtad. Espero lealtad”, a lo que él respondió prometiéndole “sinceridad” y “honestidad”.
Comey cree en aquella cena el republicano trataba en cierto modo de intimidarle, de hacerle rogar por su trabajo, puesto que también le comentó que “mucha gente” quería ese puesto. En definitiva, Comey piensa que Trump quería “crear algún tipo de relación de clientelismo”, algo que afirma que le “preocupó”.
FEBRERO. En el siguiente encuentro, el 14 de febrero tras una reunión de seguridad nacional, fue cuando, como ya habían revelado medios estadunidense semanas atrás, Trump dijo a Comey que esperaba que encontrara “la manera de dejar pasar esto de Michael Flynn”, el ex asesor en el foco de la investigación de la trama rusa. “Es un buen hombre”, agregó el presidente; Comey se limitó a asentir: “Sí, es un buen hombre”.
NO INVESTIGADO. En su relato, Comey confirma que en hasta tres ocasiones aseguró a Trump que él no estaba bajo investigación, algo que el propio presidente había anticipado. Aunque el presidente estaba irritado por la negativa del FBI a hacer público este extremo, ayer, uno de los abogados de Trump emitió un comunicado mostrando su satisfacción por la confirmación escrita de este desmentido privado.