Un informe del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) reportó ayer que cada año mueren o resultan heridos 7 mil menores de edad víctimas de las armas de fuego en el país. En estos, se cuentan las muertes, que son alrededor de mil 300 anuales.
Estas cifras representan que alrededor de 19 menores de edad reciben un disparo cada día en todo el país, y que las muertes por pistolas o rifles suponen la segunda causa de mortalidad para los menores de edad en Estados Unidos, después de los accidentes de tráfico.
De las mil 300 muertes anuales, el 53 por ciento son homicidios; el 38 por ciento son suicidios y el 6 por ciento, accidentes.
Además, los afroamericanos constituyen el 56.1 por ciento de estas muertes, seguidos de los hispanos, con un 21.4 por ciento, según datos recopilados entre 2007 y 2014.





