Patricia Ponce, Coordinadora del grupo multisectorial del VIH y Sida, alertó que ninguno de los cinco Centros Ambulatorios de Prevención y Atención en Sida e ITS (CAPASITS) en el estado, cuenta con recursos, lo que coloca en una situación vulnerable a las más de 8 mil personas que se atienden en ellos.
«Estamos muy preocupados como grupo, porque estamos a mitad del año, han pasado seis meses y ninguno de los cinco CAPASITS ha recibido un solo quinto, no tienen recursos para nada».
Acusó que a más de siete meses de la actual administración, este sector no ha recibido los recursos que requiere para dar la atención a los pacientes y es que dijo que los CAPASITS deben de recibir los dineros trimestralmente y desde hace dos, no les ha llegado.
Agregó que de 59 millones de pesos etiquetados para la atención a esa enfermedad en el actual 2017, la Secretaría de Salud (SS) sólo ha ejercido diez millones de pesos, mismos que sólo se usaron para recontratar a la gente que fue despedida de estos centros y en los sueldos.
«Los Capasits deben recibir su presupuesto trimestralmente y nos preocupa porque el Congreso del Estado autorizó, según la Gaceta Oficial, 59 millones de pesos para el Programa Estatal de SIDA y VIH de la Secretaría de Salud, y por boca del propio Secretario, nos dijo que solo han entregado diez millones».
Abundó que presentó al Secretario de Salud, Irán Suárez Villa, y a la Directora de Salud Pública de la SS, una carta de extrañamiento ante la situación, sin embargo dijo que pese al compromiso que existe de trabajar en conjunto con el multisectorial, no han sido llamados para tratar los temas.
Dijo que toda esta situación impacta a los CAPASITS, pues aseguró que éstos deben de ampliarse, pues no solo no caben los usuarios, sino tampoco los mismos prestadores del servicio.
«En el centro de atención de Veracruz no se puede usar su área de juntas porque ahí está el archivo, es bodega y basurero, tenemos problemas con las computadoras, con los climas, con la instalación de aparatos, no hay donde sentarse porque no hay sillas y todo esto impacta en la calidad de la atención».
Aceptó que existe un bajo apego al tratamiento de los pacientes así como una mala calidad en la atención, aunque reconoció que la Federación envía 300 millones de pesos anuales en medicamento retroviral con nombre y apellido, lo que ha evitado la muerte de los pacientes.





