Un agente de policía afroamericano de 38 años fue herido de bala esta semana en la ciudad estadunidense de San Luis cuando, estando fuera de servicio, acudió a ayudar a sus compañeros a detener a dos sospechosos, también negros, y uno de los oficiales le disparó tras no reconocerle.
Así lo explicó ayer su abogado, quien relató que el agente, de quien no ha trascendido el nombre, se encontraba en casa cuando escuchó el ruido a poca distancia y corrió, portando su arma reglamentaria, para intentar ofrecer ayuda a sus compañeros.
El jefe de policía interino de San Luis, Lawrence O’Toole, relató por su parte que los policías estaban persiguiendo un coche robado, y los sospechosos les dispararon desde dentro del vehículo. Ellos devolvieron los disparos, y efectuaron dos arrestos, mientras que un tercer sospechoso sigue a la fuga.
O’Toole explicó que cuando el agente fuera de servicio llegó a la escena del delito, dos oficiales le gritaron que se echara al piso, pero luego le reconocieron y le pidieron que se parara y se acercara hacia ellos. Mientras lo hacía, sin embargo, otro agente llegó y le disparó “aparentemente tras no reconocerle”, comentó el jefe interino.
