De buena fuente se sabe que el ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, puso tierra de por medio y salió del país rumbo a Canadá. Al parecer, después de las aprehensiones de Javier Duarte y de varios de sus colaboradores (que duermen desde hace semanas y meses en Pacho Viejo), además de las recientes capturas de ex gobernadores, como son los casos de Tomás Yarrington, detenido en Italia, y Roberto Borge, preso en estos momentos en Panamá, el “Tío Fide” busca un lugar donde no lo puedan apañar si las cosas se ponen más bravas.
Si se fue a Canadá, probablemente lo hizo pensando en que el país de la hoja de maple es muy “bueno” con los líderes y políticos mexicanos. Si no, que le pregunten a Napoleón Gómez Urrutia, el líder ferrocarrilero que hace años huyó para allá y nunca lo han podido detener, gracias a que el tratado de extradición entre México y Canadá contiene ciertas cláusulas específicas en donde se establece que la detención provisional y la extradición no pueden tener lugar si se comprueba ser un perseguido político del Gobierno mexicano. El hecho es que Gómez Urrutia se quedó allá e, incluso, en el colmo del cinismo, Canadá le otorgó la ciudadanía en 2014.
Y es que Fidel Herrera, al parecer, no es el único que piensa que el gobierno canadiense se porta condescendiente con los políticos nacionales, pues trascendió que Ramón Ferrari Pardiño, el ex titular de Sedarpa, también se fugó al país del norte. Y si entonces se trata de que todos los ex funcionarios veracruzanos de los últimos dos sexenios que vaciaron las arcas del Gobierno se van a ir para Canadá, con todo y familias, va a faltar espacio para acomodarse en ese extenso territorio.
De hecho, se comenta que desde hace varias semanas los números telefónicos de los celulares de Fidel Herrera ya no reciben mensajes, en tanto su correo electrónico fue configurado para no recibir ningún mail más.
Así las cosas, todo indicaría que el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán ha huido. Porque bien sabe que si permanece en el país o viene a Veracruz será irremediable y justamente encarcelado. Habría mil motivos para hacerlo, según sus detractores. Por lo pronto, la Procuraduría General de la República ya investiga al “Tío Fide” por los presuntos sobornos a la empresa brasileña Odebrecht, mientras también permanece abierta la carpeta de investigación por la supuesta venta de medicamentos caducos a la Secretaría de Salud veracruzana. Entre otras muchas colas que le pueden pisar.





