Ayer mismo lo dijimos: los malos ejemplos cunden. Y apenas anunció el alcalde de Xico que sí se soltarán los toros durante las fiestas de La Magdalena, en Tlacotalpan el munícipe electo, Christian Romero Pérez, salió a decir que en ese caso también debe permitirse el embalse de bovinos en las celebraciones de La Candelaria, pues si unos pueden maltratar a los toros, que los maltraten todos. ¡Faltaba más!
Pero el presidente electo quiere ir más allá. Romero Pérez anunció que prepara junto con sus abogados la “defensa jurídica” contra la Ley Estatal de Protección Animal que prohíbe las vaquilladas y “pamplonadas” en las fiestas populares, y acusó al Congreso del Estado de “atentar” contra los usos y costumbres de Tlacotalpan.
A este paso, no tardando también recuperaremos la “bonita” tradición de apedrear y quemar brujas, o la de arrancar corazones a mujeres vírgenes en una piedra de sacrificios. De pena nuestras autoridades.





