El reducido, no así selecto grupo de amigos de Javier y Karime no caminaban con paso firme, cuando transitaban daban la sensación óptica que volaban arropados por blancas nubes.
Inalcanzables según ellos, se jactaban de ser parte de ese equipo amistoso que celebraba las malas, pero muy malas bromas del entonces gobernador y las excentricidades disfrazadas de intelectualidad de la que nunca se paraba por el DIF Estatal.
Las “francachuelas” más memorables y de las que varios que estuvieron presentes se acuerdan hasta con vergüenza, tenían lugar en Tlacotalpan, lugar que el matrimonio disfrazado de realeza jarocha, convocaba solo a los consentidos; aquellos con los que había suficiente confianza para agarrar la jarra, como se dice popularmente.
Después las diversiones se convertirían caras y de lujos propios de los más ricos; fueron a través de viajes a Europa y Estados Unidos, en donde gozaban de momentos de esparcimiento y despilfarro con tal de relajarse tranquilamente sin estar a la vista de la plebe.
Fueron desechando a varios, sin embargo, otros se quedaron ahí, como dicen “aguantando vara” la mayoría de ellos por ambición natural, por aquello de seguir rellenando el bolsillo, pero también porque no les quedaba de otra, la complicidad ya era inocultable.
Hoy los que se decían íntimos de Javier y Karime viven una pesadilla que tal vez no dimensionaron; cuando estaban en los “cuernos de la luna” no vislumbraron que los excesos eran de proporciones imposibles de justificar.
No midieron el alcance de la cercanía, esa que hoy desdeñan y buscan ocultar en el hoyo más profundo de la tierra.
Es imposible no dar con quienes se beneficiaron, no todos abusaron es cierto, pero hubo quienes se engolosinaron a tal grado de saltar de cargo en cargo en la administración “duartista” sin ni siquiera tener el perfil o los estudios, solo hay que ver la lista de quienes los acompañaron hasta el final, antes de que salieran huyendo.
Hoy, todos por igual, los amigos que por cierto no acuden ni por asomo a visitar al reo en Guatemala repetimos, viven la peor de las pesadillas.
Ágora
Por cierto, el reo de Guatemala que muy pronto llegará a México sigue con esa actitud que poco le va y que nadie le cree; lo que ocasiona es el desprecio y la burla de un pueblo agraviado.
Que se deje de sus mantras memorizadas con dificultad, porque la verdad da como “penita” con esa sonrisa que asemeja a una mente desquiciada.
Ágora II
Más problemas. Ahora con el cierre de las administraciones municipales se avecina una cantidad de laudos laborales de proporciones inimaginables.
A ello hay que aumentar las que ya había, entonces estamos hablando de miles y miles; lo peor, no hay dinero para liquidar a nadie.
Ágora III
Siguen en el estado de Veracruz, los despidos por aquí y por allá; nadie dice nada, pero hay una inconformidad que pronto podría hacer ebullición.
@monicamarena
