EL CLIVAJE, FAVORECE A AMLO Y PODRÍA ABRIRLE EL CAMINO A LOS PINOS.

Sin que los politólogos del gobierno del licenciado Enrique Peña Nieto, trabajen en el aprovechamiento de la”posición social” de los mexicanos, existen diversas maneras de posicionar a los sectores de la sociedad, para orientar sus simpatías o antipatías electorales; que con el uso de los medios masivos (electrónicos) de comunicación, determinarán el triunfo del próximo candidato presidencial.

En la ciencia política se identifica para el análisis de las tendencias del voto; sobre todo en elecciones donde se puede diferenciar por bloques, las “escisiones” que se generan por las diversas clases sociales en que los propios individuos se ubican; por ejemplo los dueños de bienes inmuebles se identifican como “los propietarios”; a diferencia de los que rentan un lugar para habitarlo a cambio de un pago mensual, que constituye el contrato de arrendamiento y por consiguiente la agrupación de los usuarios de esos inmuebles, se identifica como “los inquilinos”.

Los que profesan una religión y hacen gala de su profesión de fe, se les identifica como “los religiosos”; a diferencia de aquellos individuos que prestan sus servicios al estado y hacen ostentación de “burócratas”, que es como se les identifica para los efectos del análisis político en las tendencias del voto. Así como a los habitantes de las zonas urbanas, se les identifica como los “citadinos” y a los que viven en las áreas rurales, se les incluye en el bloque de los “campesinos”; y a los que viven en el corazón de las ciudades, se les identifica como “avecindados del centro” y a los que viven en las orillas de las comunidades, se les ubica o identifica como vecinos de la “periferia o rurales”.

Todo esto tiene que ver con el término “Clivaje”, que significa clasificación gremial utilizada para la identificación de las tendencias de la votación en los procesos electorales; puesto que el llamado “clivaje” se convierte en la escisión que separa a los votantes en “defensores” y “adversarios” de un proyecto político, que al requerirlo, espera contar con los “votos” del partido político donde militan los miembros, promotores o simpatizantes de una élite nacional, regional y local.

En algunos países o regiones de Europa, las divisiones que aparecen con un “contenido político” identificado con Partido, se clasifican en: 1.- Clivaje Centro-Periferia; que agrupa en una o varias regiones de España a los modernos Estados-Nación; éste clivaje se identifica por su nacionalismo regional. 2.- Clivaje Estado-Iglesia; éste fenómeno político se encuentra identificado como Partido Popular Católico y su contra, el protestante, se identifica como Partido Antirrevolucionario. 3.- Clivaje Propietario-Trabajador; ubicados o identificados, uno como Partido de Izquierda (de los trabajadores) y otro como Partido de Derecha (de los propietarios). 4.- Clivaje Campo-Ciudad; el primero identificado como Partido de los ricos y el segundo como Partido de los empleables y clasemedieros.

Pero para México, la importancia que representa el fenómeno denominado “Clivaje” que condiciona el voto individual de los agremiados o clasificados por su posición social, resulta trascendente y será de gran importancia en la elección de 2018; porque define el voto de un gran número de individuos que forman parte de diversas organizaciones gremiales, pero que llevan un solo propósito, que es “sacar de los Pinos por tercera ocasión al PRI” y llevar a la presidencia de la República al “enemigo público” numero Uno de los ricos, de la burguesía, de la clase media alta, de los millennials, de los los niños y las niñas bien, y de todos aquellos influenciables por los locutores, comentaristas de televisión y oficiosos defensores del gobierno en funciones, quienes a su vez han bautizado y llaman despectivamente a los clasemedieros y jodidos como “Chairos”. Ese enemigo público es el licenciado Andrés Manuel López Obrador, quien encabeza desde hace mucho tiempo, las preferencias electorales, a pesar de que les guste o no a los reaccionarios de México.

Si hoy fueran las eleciones presidenciales, nadie duda del triunfo que favorecería “ al Peje-AMLO”; pues no en vano ha venido trabajando en su proyecto político, desde hace por lo menos dieciséis años (Seis de Fox; Seis de Calderón; y Cuatro de Peña Nieto), lo que lo ubica como el más conocido de los políticos mexicanos y a quien sin duda el Clivaje, lo está beneficiando, para agrupar en un proyecto y en favor de la candidatura de AMLO, a grupos dispersos que con el trato discriminatorio de quienes se deslindan desde ahora del partido MORENA y de AMLO, propician el agrupamiento para el “voto de clase” de más de la mitad de los mexicanos empadronados.