Ayer se lo comentábamos en este mismo espacio: la reposición del impuesto al hospedaje que propone el gobernador Miguel Ángel Yunes trae una “jiribilla” que, por lo pronto, ya provocó quejas entre el sector hotelero.
Si bien los prestadores de servicios turísticos y de hospedaje en general están de acuerdo con que se aplique de nueva cuenta el gravamen para que lo que se obtenga del mismo se utilice en la promoción del estado, lo que ya no les pareció es que el gobierno haya visto en ello la oportunidad de “encajarles el diente” a los empresarios.
Además, otra de las quejas es que en la iniciativa se deja fuera a los empresarios del comité técnico que manejará el recurso, colocando en su mayoría a funcionarios, cuando la petición del sector es que fuera exactamente al revés, para evitar las corruptelas del pasado.
Pero como quien dice: Miyuli vio burro y se le antojó viaje.
