Terrorismo internacional y criminalidad en México

Mientras en el mundo siguen las noticias dando a conocer el número de muertos que ocurren por ataques terroristas en todo Europa, en México aparecen de norte a sur y del Golfo al Pacífico, cadáveres; con cuerpos desmembrados diseminados principalmente en las zonas rurales de los estados de Jalisco, Michoacán, Guerrero, Chiapas, Veracruz, Tamaulipas, Sinaloa, Baja California y la Ciudad de México; ya que en el Estado de México, la muerte delincuencial persigue principalmente a las mujeres y por tanto, el Estado identificado con el mayor número de feminicidios es y seguirá siendo el Edomex.

La tierra donde nació y gobernó antes de ser presidente de México, el licenciado Enrique Peña Nieto, ha ganado, sin discusión, el primer lugar en muertes violentas perpetradas por la delincuencia común, y también por bandas de secuestradores y delincuentes traficantes de personas; bandas bien organizadas de huachicoleros, quienes contando con la complicidad de trabajadores y ex trabajadores de Pemex, desde hace por lo menos diez años, han sentado sus reales y han incorporado a sus bandas criminales, a ex policías que con todo y armas viven en la clandestinidad, a salto de mata y vendiendo gasolina robada y “protección”

El día de hoy ocurre un ataque terrorista más, en Barcelona; de donde se reporta la noticia de un ataque criminal que deja un saldo de 14 muertos, y más de 100 heridos; que ponen nuevamente en alerta roja, a todas las policías de los países que conforman la Comunidad Europea y seguro, vendrán nuevamente los discursos de solidaridad por más de un centenar de heridos, cuyos familiares se duelen de la falta de seguridad en todo Europa y hoy con la grave afectación a víctimas provenientes de 34 países; que sin duda, elevarán sus enérgicas protestas, en espera de resultados para detener a los terroristas que como en otras ocasiones, se han quedado sin sanción.

Los atentados más recientes ocurridos en Francia, Bruselas, Alemania y Reino Unido, han puesto de manifiesto en estos países, que se debe dotar de herramientas necesarias para hacer frente a los ataques; ya que ésta amenaza se ha intensificado; a lo que habría que sumar las nuevas formas no convencionales empleadas por los terroristas, que más que producir un número elevado de víctimas, “busca realmente aumentar el pánico y la paranoia de los ciudadanos” , así como desestabilizar sus sistemas democráticos e influir en las decisiones de sus dirigentes políticos. La ineficacia de la Policía Antiterrorista resulta evidente desde el momento en que no se han investigado a fondo, ni sancionado a los responsables.

El 22 de marzo, un hombre mató a cinco personas, entre ellas un policía y causó 31 heridos antes de ser abatido por la policía en un ataque terrorista islamista frente al Parlamento Británico en Londres, donde arrolló a decenas de personas con un todoterreno; el 20 de abril un policía murió en un tiroteo perpetrado en la avenida de los Campos Elíseos de París, por un individuo abatido posteriormente por la policía, el Estado Islámico asumió a las pocas horas la autoría del ataque; y el 22 de mayo en el estadio Manchester Arena de la ciudad de Londres, al finalizar un concierto de la cantante juvenil Ariana Grande, un atentado provocado por un terrorista suicida, dejó como saldo 22 muertos y más de 64 lesionados. Estas noticias son de risa ya que en nuestro país los secuestros, levantones, extorsiones, fuego cruzado entre bandas del crimen organizado, ataques de la Marina contra huachicoleros, son “el pan de todos los días”.

Entre los casos más recientes y trágicos, ocurridos en nuestro país, mencionaremos a los nueve migrantes mexicanos, hallados muertos dentro de un camión estacionado en una tienda comercial en San Antonio, Texas; el enfrentamiento de huachicoleros con elementos de la Marina en la ciudad de Puebla, con saldo de decenas de muertos y heridos.

Y si el terrorismo va en aumento en las principales ciudades europeas; donde los foros internacionales de la diplomacia; del deporte; del control de armas nucleares; qué se puede esperar como respuesta a las demandas de los familiares que han sido secuestrados, asesinados, desaparecidos y sembrados por todo México.

Ni los familiares de los desaparecidos de Ayotzinapa o de los muertos de Tlatlaya, han recibido hasta hoy, alguna respuesta que dé por concluidas las investigaciones de la PGR, o de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Y no se quiere que siga el desencanto para generar deseos de venganza personal, para desembocar en una revuelta social, que sea imposible de parar, ante tanta inconformidad de la ciudadanía.