La crisis abierta el domingo por el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, al declarar persona non grata e intentar expulsar del país al jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), Iván Velásquez, desencadenó ayer en grandes manifestaciones contra el mandatario.
Reunidos en la Plaza de la Constitución de la capital guatemalteca, los manifestantes gritaron contra la decisión de Morales y contra el propio presidente. Ante la sede de la Corte Constitucional, decenas de personas exigían al alto tribunal que no acepte la expulsión del jurista colombiano.
Ello, al tiempo que llegaban primero una petición de amparo a favor de la decisión del presidente y ex cómico, presentada por una asociación derechista radical, y luego otra en contra de la petición de Morales. Esto, el día después de que la corte aceptara conceder un amparo provisional a Velásquez para neutralizar la orden de expulsión.
Una de las primeras consecuencias de la crisis fue la destitución del canciller Carlos Raúl Morales, quien se negó a acatar la orden de expulsar al comisionado de la Cicig, y la renuncia de la secretaria de Salud, Lucrecia Hernández, que se fue acusando a Morales de respaldar la impunidad y la corrupción.
RECHAZO CRECIENTE. Si los guatemaltecos salieron a la calle para rechazar la torpe maniobra del presidente, diferentes organismos se sumaron ayer al rechazo. La Comisión Internacional de Juristas del país aseguró consideró “nula” la expulsión y acusó al presidente de “tener mala fe”. También pidió al Ministerio Público abrir un expediente en contra del presidente por actuar contra la “independencia judicial”.
A su vez, el titular de la Procuraduría de Derechos Humanos del país, Jordán Rodas, solicitó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que tome medidas cautelares para proteger al jefe de la Cicig y a todos los empleados de la misma, además de los trabajadores de la Fiscalía Especial contra la Impunidad.
MEDIACIÓN. Por otra parte, el presidente del Congreso de Guatemala, Óscar Chinchilla, lamentó que esta crisis abierta se pueda convertir “en una crisis económica” e instó ayer a Morales a pedir a la ONU que medie en el conflicto. Chinchilla se mostró prudente sobre eventos futuros, y dijo que los parlamentarios se pronunciarán cuando la petición de desafuero del presidente siga su trámite en la Corte Suprema y llegue al Congreso.
Precisamente, Naciones Unidas en Guatemala reiteró ayer el apoyo al comisionado Iván Velásquez, un día después de que el secretario general de la ONU, António Guterres, mostrara su apoyo personal al jefe de la Cicig.
MANIOBRA. La orden de expulsión de Velásquez se produjo una semana después de que el comisionado pidiera desaforar a Morales para investigar si recibió fondos ilegales para la campaña que le llevó a la presidencia en 2015.
