Finalmente, el tan cacareado reglamento de “cancha pareja” con el cual el Instituto Nacional Electoral pretendía frenar el dispendio de los dirigentes partidistas y los servidores públicos con aspiraciones políticas inmediatas fue tirado al excusado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
El máximo órgano jurisdiccional del país determinó que el INE se extralimitó en sus funciones e invadió facultades del Poder Legislativo al querer prohibir que a partir del 8 de septiembre cualquier dirigente político y aspirante a una candidatura el año entrante apareciese en cualquier tipo de publicidad contratada con medios de comunicación y en espacios públicos.
La intención pudo ser buena, pero era un total despropósito, pues además limitaba la libertad de expresión y de acción de los actores políticos, que no podían aparecer en eventos de entrega de programas sociales.
Está bien buscar la equidad. Pero sin comprometer los derechos de todos.





