El Partido de la Revolución Democrática PRD, ratificó su decisión de conformar un Frente Amplio Democrático (FAD) para contender en las elecciones federales y estatales de 2018, y conformar un gobierno de coalición; el mensaje de los perredistas es ser una alternativa al Partido Revolucionario Institucional y a MORENA de AMLO; como si la presidenta “en turno”, fuera la dueña absoluta del PRD, y quien poseyera ese tan grande poder de decisión; solo le faltó parafraseando a Luis XVI, expresar “ El partido soy yo”.
En el marco del Noveno Consejo Nacional de PRD, los perredistas aprobaron aliarse con el PAN y otros partidos para las elecciones de 2018; y en su discurso, que más bien pareciera un clamor lastimero, la lider del PRD Alejandra Barrales Magdaleno, conminó a los militantes perredistas a buscar abandonar las filas de ese instituto político y apoyar a otro partido; y en un exceso de prepotencia les dijo: que lo hagan lo más pronto posible. Y para que quedara bien clara la determinación de la lider Barrales, sentenció: “quienes no estén de acuerdo con las resoluciones del partido, que lo abandonen”.
Como si fuera un favor, con el desprestigio que ha llevado al PRD, Barrales Magdaleno dijo que México está viviendo una situación de emergencia, por eso ante esta situación, estamos obligados también a actuar de manera extraordinaria, a pensar posible lo que siempre pensamos y afirmamos que era imposible (SIC), y que a partir de ésta semana iniciará reuniones con las dirigencias de otras fuerzas políticas como son los partidos Acción Nacional; Verde Ecologista de México; y Nueva Alianza, (Partido cascarón, hueco y vacío) mientras la profesora Elba Esther Gordillo, siga privada de su libertad y sin aclarar el manejo de recursos públicos desde los tiempos de Vicente Fox y de Felipe de Jesus Calderón Hinojosa. Con esos liderazgos piensa la Barrales “construir y definir un proyecto de nación”, con una mayoría ciudadana; para competir con éxito en las elecciones del próximo año.
Ilusa como ha sido Alejandra Barrales, piensa que ese Frente Amplio “Democrático”, ganará la presidencia de la República y la mayoría en las cámaras del Congreso de la Unión; para hacer posible el cambio democrático, en la vida social y económica del país.
Los creyentes del Frente Amplio Democrático El Frente Amplio Democrático, además de abanderar al candidato a la Presidencia de la República de 2018, se esperan que la alianza se amplíe a los nueve estados que renovarán gubernaturas; incluida la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. Y mientras tanto el reparto de las candidaturas a gobernador, la propuesta es que vayan al frente, miembros distinguidos de los partidos que actualmente gobiernan dichas entidades; de tal suerte que, el PAN se llevaría con abanderados del PAN, las entidades federativas de Guanajuato, Puebla, Veracruz y Yucatán (actualmente priista); y el PRD buscaría encabezar a Morelos, Ciudad de México, Tabasco y Chiapas (actualmente gobernada por el PVEM).
Por lo pronto el día de ayer el aún líder panista Ricardo Anaya felicitó al PRD y a su presidenta Alejandra Barrales, por dar ese gran paso para México. Que muchos perredistas lo consideraron como un gran paso de sumisión y otros se pitorrearon calificándolo de abyección. Sabe la licenciada Barrales, que en política la subordinación o el cambio de chaqueta, siempre trae premio y que los beneficios son tan grandes como los actos de traición que se ejecutan, sin consideración alguna; y solo por refrescar la memoria de la lider del sol azteca, hay que recordarle la adquisición que hizo de su departamento en Miami; coincidentemente después de la huelga del sindicato de sobrecargos de la línea aérea “Mexicana de Aviación”.
Entre tanto los perredistas con gran algarabía, celebraban su Consejo Nacional; el líder de MORENA Andrés Manuel López Obrador, desde el Monumento a la Revolución encabezó la firma del Acuerdo Político de Unidad, en donde pidió a sus miles de simpatizantes no olvidar el objetivo superior del movimiento que encabeza: “la transformación de México y no la búsqueda de cargos”.
Dijo AMLO que a veces por las circunstancias se confunden las cosas y se piensa que lo más importante son los cargos y brota la ambición; la calentura, que no permite el sosiego de los políticos; para pensar con la cabeza fría sobre lo que representa un cargo de elección popular, que no se gana en las urnas, por ser plurinominal; pues estas posiciones son favores y prebendas que otorgan los líderes y padrinos políticos; pero que tarde o temprano, se pagan a un alto precio, que incluye la dignidad de la clase política avergonzada de la traición.
No cabe duda, que lo mismo seguirá sucediendo en la “izquierda democrática”, en la “extrema derecha del blanquiazul”, y en el “centro democrático del PRI-PVEM”. ¡ Cosas veredes, mío Cid, que faran fablar las piedras !
