La ONU dio ayer un importante paso para intentar ahogar económicamente a Corea del Norte por su programa nuclear, al aprobar nuevas sanciones que limitan sus importaciones de petróleo y derivados y prohíben sus exportaciones de textiles.
“No estamos buscando la guerra”, afirmó la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, impulsora de la resolución que fue aprobada unánimemente por el Consejo de Seguridad, aunque con sanciones menos drásticas de lo que inicialmente buscaba Washington.
Última oportunidad. “Corea del Norte no ha pasado el punto de no retorno. Si acepta parar su programa nuclear, puede llegar a reclamar su propio futuro”, afirmó Haley después de que la resolución fue aprobada unánimemente por los 15 integrantes del Consejo, incluido Rusia y China, que vetan habitualmente toda condena al régimen de Kim Jong-un.
Inicialmente, Estados Unidos estaba pidiendo, entre otras cosas, la prohibición total de que los países miembros de la ONU vendieran a Corea del Norte gas, petróleo y productos petrolíferos refinados, así como la prohibición de comprar textiles norcoreanos.
Rusia y China habían expresado su oposición a algunos de los puntos de ese proyecto, por lo que se abrió una ronda de negociaciones que culminó en las últimas horas.
El texto final establece la prohibición de que se pueda exportar a Corea del Norte gas natural o licuado. Asimismo, prohíbe vender al régimen de Pyongyang productos petrolíferos refinados que excedan el medio millón de barriles desde el 1 de octubre próximo, durante tres meses, y de 2 millones de barriles a partir del 1 de enero de 2018, durante doce meses.
Divisas al mínimo. Por otra parte, establece que Corea del Norte no podrá vender fuera del país sus productos textiles, una industria que, según datos de EU, genera 760 millones de dólares al año y es una de las principales fuentes de divisas del régimen de Pyongyang.
Junto con otras sanciones anteriores, que fijaron un embargo de las exportaciones de carbón, hierro, pescados y mariscos, con las medidas anunciadas ayer Corea del Norte pierde 2 mil 700 millones de dólares o el 90% de sus ventas al exterior, de acuerdo con cifras del año pasado calculadas por Washington.
Las sanciones se extienden también a los norcoreanos empleados fuera del país, que no recibirán permisos de trabajo, lo que les impedirá hacer remesas de sus ingresos a su país de origen.
Esa medida, según Estados Unidos, afecta a cerca de 93 mil emigrantes norcoreanos.
“Las más drásticas”. En su intervención, la embajadora de EU reconoció que no es la primera vez que la ONU fija sanciones económicas contra el régimen de Pyongyang, pero destacó que las de ayer son “las más drásticas” que se aprueban hasta ahora, a pesar de que difieren del proyecto original.
“No aceptaremos una Corea del Norte con armas nucleares”, afirmó Haley. “Si el régimen de Corea del Norte no para su programa nuclear, nosotros actuaremos para hacerlo”, insistió.
El pasado 3 de septiembre Corea del Norte hizo estallar una bomba nuclear subterránea, que asegura era de hidrógeno. Según los expertos, esa detonación fue la más poderosa desde que el régimen de Pyongyang comenzó sus ensayos nucleares, en 2006.





