A Maryjose ya no le parecen las críticas

Bien dicen que no es lo mismo ser borracho que cantinero. Algo así les pasa a algunos que, tras haber ejercido la crítica férrea al quehacer público a través de sus actividades profesionales, a la hora que entran a la política la piel se les pone “sensible”.

Por ejemplo, la diputada local panista María Josefina Gamboa Torales, quien vendió popularmente una imagen de “defensora” de la libertad de expresión y de prensa, así como de “víctima” de la represión a las mismas, ahora ya se puso del otro lado de la “barra” e incluso amenaza a los medios que publiquen cosas “malas” de los legisladores de Acción Nacional, en particular de los recientemente adheridos a su bancada, Regina Vázquez y Basilio Picazo.

La ex conductora radiofónica advirtió que quienes saquen a colación el pasado turbio de ambos personajes, como por ejemplo las investigaciones judiciales que existen sobre Basilio Picazo, podrían hacerse acreedores a una demanda por difamación, ya que según ella, se estaría contraviniendo el principio de presunción de inocencia que enarbola el nuevo sistema de justicia penal, ya que no hay sentencia dictada por algún juez.

Bajo esa lógica, la diputada Gamboa habría incurrido en la misma transgresión a la legalidad al calificar de delincuentes al ex gobernador Javier Duarte y al ex fiscal Luis Ángel Bravo. Ninguno ha sido sentenciado tampoco.

Cuando el interés es amplio, la memoria se vuelve corta. Pero eso sí, ¡viva la libertad de expresión! Obvio, sólo la de los yunistas.