Nos comentan que donde se quiere implantar una especie de dictadura es en la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana.
Varios docentes se quejan del trato despótico -dicen ellos- que les estaría brindando la directora de la escuela, Julieta Varanasi González, quien presuntamente hostiga laboralmente al personal académico que no es de su agrado, y por el otro lado, al parecer le concede canonjías a sus cercanos, incluidos, presumiblemente, sus familiares en nómina.
Y es que una vez que la señora Varanasi llegó a esa posición, “coincidentemente” tanto su esposo como su cuñada obtuvieron tiempos completos en la Facultad de Música, cuando antes de su gestión ni siquiera lograban horas-clase, pues no demostraban -según nos dicen- tener la calidad mínima requerida a la hora de presentar los exámenes de oposición correspondientes.
En cambio, los profesores a quienes se les bloquean procesos administrativos o se les asignan cargas y horarios de trabajo draconianos, constantemente tienen que acudir a la Coordinación del Área de Artes para quejarse y evitar ser víctimas de los probables abusos de Julieta Varanasi.
Nos dicen que la rectora Sara Ladrón de Guevara está enterada de la situación. Pero al parecer, para variar, no ha hecho absolutamente nada. ¿Será esa la constante de su nuevo rectorado
