Violencia, Criminalidad y Politización de la Justicia, acabarán con la tranquilidad y la paz social.

La inseguridad, acompañada de la violencia y de la criminalidad, se han vuelto el principal problema que en la Ciudad de México ninguna autoridad ha podido combatirla con resultados efectivos; sino por el contrario, elementos desertores de las distintas corporaciones policiacas, se han unido para constituir bandas criminales, que asaltan a plena luz del día y aprovechan cualquier embotellamiento vehicular, para despojar a los tripulantes y conductores de vehículos del servicio público o de uso particular, sin que puedan las autoridades detener a los asaltantes y mandarlos por un periodo prolongado a la prisión.

Con una acción enérgica y efectiva para aplicar las sanciones establecidas en la ley penal, los “reincidentes” ya no tendrían forma de lograr su libertad inmediata, como ahora sucede con el esquema del Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio y el mal entendido de Jueces y Magistrados que justifican su benevolencia con los criminales, invocando el respeto a los derechos humanos y a la presunción de inocencia, que junto con el debido proceso, permitieron la liberación de la francesa Florence Cassez, quien habiendo confesado su coparticipación con la banda de los Zodíaco, reconoció que su tarea consistía en cortar partes del cuerpo de sus víctimas, para presionar el pago del rescate para su liberación.

La francesa Florence Cassez, reconoció también que su vinculación sentimental con el líder de los secuestradores, la hizo permanecer hasta el final con los Zodíaco y que cuando el jefe de la banda dio por terminada su relación sentimental con la protegida de Nicolás Sarkozy, se enamoró de su abogado, el defensor de oficio, un joven inexperto en la profesión y en sus relaciones sentimentales, al grado de prometerle matrimonio a los pocos días de iniciado su noviazgo, quedándose plantado en el pórtico de la iglesia, cuando la reclusa Cassez tuvo la certeza de que el Presidente de Francia se haría cargo de su defensa y liberación, logrando el acuerdo con el ex presidente de México Felipe de Jesus Calderón Hinojosa, para que el máximo tribunal de México, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, concediera la liberación lisa y llana, irrebatible, en favor de la francesa Florence Cassez.

En la parte considerativa de la sentencia, el Ministro ponente funda su argumentación en la retención de Florence, sin consignación inmediata a los tribunales federales de justicia penal; sin haberle proporcionado el teléfono para comunicarse a la representación diplomática francesa, a fin de que le proporcionaran un defensor de oficio galo, paisano de la distinguida mutiladora, de manos y orejas de las víctimas privadas de su libertad por la banda de los Zodíaco; y porque además la Suprema Corte de Justicia y el Ministro ponente de esa sentencia, también argumentaron que “se retrasó ” la consignación de la francesa, por seis horas que pidió el doctor Genaro García Luna, entonces Secretario de Seguridad Pública del gabinete de Calderón, para preparar un “escenario” peliculesco que resaltara en los medios de comunicación y por televisión nacional, el trabajo policiaco y su efectividad. Y por ese conjunto de violaciones, planteadas por el último defensor de la Cassez, se dio cumplimiento al acuerdo político del ex presidente de México y el ex presidente francés. Por cierto, el último abogado defensor de doña Florence Cassez, fue el distinguido penalista veracruzano Agustín Acosta Azcón, hijo del bien recordado ex gobernador de Veracruz, licenciado Agustín Acosta Lagunes (qepd).

Ahora que los huracanes y terremotos han dejado sin hogar, sin patrimonio, sin trabajo y sin familia a miles de mexicanos radicados en la Ciudad de México y en los estados de Morelos, Puebla, Oaxaca y Chiapas, la violencia se va a recrudecer, puesto que la naturaleza humana revela que la mayoría de los individuos, ante un problema sin solución inmediata, reacciona de manera natural con violencia. Y la violencia de los individuos, también es producto de la inequidad y de la falta de justicia pronta y expedita, que hace caer a los impetrantes de justicia, en la frustración, en la impotencia y en la desesperación, ocasionando la justicia en propia mano y el despojo de sus bienes a quienes lo tienen todo, para satisfacer las carencias de los delincuentes y sus familias, sin que exista justificación alguna para esos despojos que han vuelto tan peligrosas a las grandes ciudades de nuestro país.

Días antes de los sismos, el doctor Miguel Ángel Mancera, decretó la liberación de aproximadamente cuatro mil internos en los reclusorios dependientes del gobierno a su cargo; y amenazó con otorgar la liberación a otros cuatro mil internos que permitirán reducir la peligrosidad en el interior de los reclusorios que dependen del gobierno de Mancera, sin considerar que ocho mil delincuentes más liberados sin certificar su reinserción social, solamente servirá para que se incremente la violencia callejera y la criminalidad en la Ciudad de México y en la provincia.