La Iglesia Católica lamentó que en el Congreso Local se presentara una iniciativa que le «apuesta a la muerte», y que a través de un lenguaje disfrazado pretende imponer el aborto como sistema de planificación familiar.
Y es que este 7 de diciembre, la diputada Tanya Carola Viveros del Grupo legislativo de Morena, presentó una iniciativa con proyecto de decreto para reformar y adicionar diversas disposiciones en la ley de Salud en materia de lo que se denomina derechos sexuales y reproductivos.
A través de su comunicado, la Arquidiócesis de Xalapa, indica que es una contradicción que mientras se apuesta en el Congreso por una «salida fácil», esta misma fecha se celebró en Veracruz la tradición del «niño perdido», pues muchas personas que han perdido a sus hijos o los tienen desaparecidos , encendieron una vela y formaron un camino de luz para que sus desaparecidos «encuentren el camino de regreso a sus hogares».
«Observamos al leer la iniciativa que, mediante un lenguaje disfrazado, se pretende imponer el aborto como planificación familiar, se habla de embarazos no deseados o no aceptados. Vemos con preocupación, como ante el fracaso anterior de pretender modificar el Código penal para el estado pasando por encima de la Constitución política local, ahora nos encontramos ante esta otra iniciativa y que en el fondo se quiere pretender lo mismo: utilizar las normas para legalizar el crimen horrendo del aborto».
Criticó que tal iniciativa contraviene la Carta Magna de los veracruzanos, ya que se contrapone lo que actualmente establece su artículo cuarto, el estado debe garantizar el derecho a la vida del ser humano desde el momento de la concepción hasta la muerte natural, como valor primordial que sustenta el ejercicio de los demás derechos.
Del mismo modo, la iglesia agrega que la iniciativa contiene otras dificultades, pues se advierte la introducción de la terminología de género en el texto de la ley que se está pretendiendo reformar para utilizar conceptos como: «derechos sexuales y reproductivos», «orientación sexual e identidad de género», «perspectiva de género», «transversalidad y enfoque diferenciado».
«Se busca implementar una serie de «términos acordados» bajo el pretexto de la no discriminación y de supuestos derechos humanos, que más que aplicar al ámbito de la salud, surten todos sus efectos en la política».
