Renuncia Pablo Gómez al PRD; el PAN se le impuso para abrazar a un “enemigo” de la izquierda

El fundador, expresidente nacional y exlegislador del PRD, Pablo Gómez, anunció su decisión de retirar su membresía al Sol Azteca, como consecuencia del “fracaso” de una lucha que muchos dieron en diferentes momentos para mantener al Partido en las filas de las izquierdas.
A través de una carta, afirmó que ha prevalecido el oportunismo y la corrupción, síndrome contra el que han luchado toda la vida.
En dicha misiva, define su apoyo a Andrés Manuel López Obrador y acusa que al haber firmado un convenio de coalición con el PAN, éste se le impone al PRD abrazar un candidato “enemigo” de la izquierda y al programa neoliberal de la derecha contra el cual había luchado desde su fundación.
“Esta carta no se la dirijo a los sedicentes dirigentes del PRD porque además de traidores, son ilegales: han violado al Estatuto y a toda norma elemental de comportamiento democrático. Se la dirijo a lo único que hay en ese partido, a los que siguen siendo honrados miembros y simpatizantes. A ellos y ellas les llamo a sumarse a sus compañeros y compañeras de lucha, a quienes sostienen la misma causa democrática y popular para llevar a cabo el cambio político que México necesita y no es posible”, expresó.
Aseveró que durante varios años, junto con miles de otros afiliados al Partido, mujeres y hombres trató de impedir que el PRD se convirtiera en una “central de negocios políticos”, sin objetivos nacionales, democráticos y populares, sin principios morales, sin rumbo cierto.
“Hemos fracasado en tal empeño, hay que reconocerlo con claridad”, subrayó.
Reconoció que muchos compañeros y compañeras tomaron antes la decisión de abandonar al PRD, “tenían razón, hemos de admitirlo”.
Sin embargo, dijo que ellos habían también asumido que tenían el propósito de evitar el desplome y la segura desaparición de un partido que durante años fue un instrumento de grandes luchas políticas, populares y nacionales.
“Hoy ya nada está vigente en ese partido. Sus principios, sus programas y su estatuto están abrogados en la práctica”, lamentó.
Además, sostuvo que quienes se ostentan como dirigentes, son producto de la “ilícita” continuidad de sus mandatos fenecidos desde el 5 de octubre del presente año. Hay ahí una autocracia.
Esa dirección absolutamente “espuria” ha integrado una coalición electoral con Acción Nacional, cuyo propósito es llevar al líder del PAN a la presidencia de la República, reprochó.
Fue así que externó que de esa manera el PAN se le impone al PRD a abrazar un candidato “enemigo” de la izquierda y al programa neoliberal de la derecha contra el cual había luchado desde su fundación.
“Hay una entrega del Partido a una corriente política adversaria. Sí, es triste, pero es real, no son palabras sino lacerante evidencia”, agregó.
Consideró que ya es imposible hacer algo para evitar la caída del Partido de la Revolución Democrática, la cual le está conduciendo a signar el certificado de su propia desaparición política.
Pablo Gómez señaló que la infortunada “muerte” del PRD no debe debilitar al conjunto de las izquierdas mexicanas.
En ese sentido, definió que existe en México una corriente popular que busca romper con 30 años de estancamiento económico, aumento de la pobreza y la desigualdad, corrupción, simulación democrática y autoritarismo restaurado.
“La gran corriente nacional de la izquierda sigue existiendo, es un elemento vital del México de nuestros días y busca la victoria de su propia causa. El candidato a la presidencia de la República de amplio espectro de la izquierda popular mexicana es Andrés Manuel López Obrador”, destacó.
Manifestó que el camino que reclama la situación de México es el de la unidad electoral de las fuerzas democráticas y de izquierda para conseguir la interrupción del programa neoliberal que ha llevado al País al “desastre”, es decir, alcanzar la derrota del PRI y del PAN: instaurar un nuevo poder político de la República, “la unidad electoral se tiene que dar alrededor de ese candidato”.
Recordó que ha militado en la izquierda mexicana desde hace 54 años y lo seguirá haciendo, fue un de los fundadores del Partido desde la primera convocatoria, además, ha sido presidente nacional, legislador y coordinador parlamentario y ante todo, militante consciente.
“Mi retiro del PRD es una consecuencia del fracaso de una lucha que muchos dimos en diferentes momentos para mantener a ese partido en las filas de las izquierdas. No fue posible. Ha prevalecido el oportunismo y la corrupción, síndrome contra el que hemos luchado durante toda la vida”, recalcó.
Definió también que las izquierdas mexicanas no dependen de unas siglas por más entrañables que éstas hayan sido alguna vez, “lo que importa es la causa social y política. En pos de ella es preciso seguir adelante”.