Siempre es frustrante que te nieguen chupe. Cuando estás de fiesta, la plática fluye y vas a la barra por otra perla negra, pero llega el aguafiestas (el barman) a arruinarte la noche. Claro, no traes puesta la misma ropa que cuando entraste, estás casi segura de que te quedaste dormido debajo de una silla por 25 minutos. Pero, ¿cuál es el problema de que te tomes un trago más?
Si bien la mayoría de nosotros sólo nos irritamos un poco cuando nos niegan un trago, una mujer llevó las cosas al extremo y obligó a que un avión hiciera un aterrizaje de emergencia sólo porque no pudo conseguir más champán.
Según la página de noticias Stuttgarter Zeitung, un vuelo de Moscou a Zurich tuvo que aterrizar cuando una pasajera de clase ejecutiva se indignó con el personal del avión, porque que no querían servirle más burbujas. La mujer, quien ya estaba bastante ebria, se puso agresiva y empezó a caminar desesperada por los pasillos del avión. A pesar de que el piloto se había involucrado, la actitud de la mujer empeoró y ella terminó sujetando por las muñecas a un auxiliar del vuelo.
Como resultado, el piloto sintió que tenía que hacer un aterrizaje forzado en el aeropuerto de Stuttgart, Alemania y la mujer fue multada con 5,000 euros. A pesar de todo esto, igual ella pidió volver al avión. (Mínimo lo intentó.) Como era de esperarse, le negaron el acceso, dejando al resto de los pasajeros con 45 minutos de retraso, aunque sin tanto drama.
Manteniendo el buen ánimo a pesar de sufrir una pérdida de miles de euros, el aeropuerto de Stuttgart publicó un tuit con una guía para pasajeros de cómo beber champán. La guía “Stösschen!” (“¡Salud!”) dice: “por si vuelve a hacer falta el champán a bordo”.
Mínimo alguien le encontró el humor.