Al discutir el dictamen que reforma y adiciona diversas disposiciones del Reglamento para el Gobierno Interior del Poder Legislativo, para castigar los retrasos o inasistencias de los diputados a las sesiones; los legisladores panistas Bingen Rementería Molina, Cinthya Lobato Calderón y María Elisa Manterola Sáinz, dejaron aflorar las rencillas que existen al interior de su bancada.
Y es que las modificaciones contemplan descuentos en las dietas de los parlamentarios cuando no justifiquen sus faltas a las plenarias o cuando aún presentes en las mismas, no voten por no encontrarse en la sala o por no registrar su asistencia a la hora a la que fue convocada la reunión.
En concreto, las reformas a la referida normatividad ahora establecen los supuestos por los cuales se computará administrativamente como inasistencia a una sesión, los cuales son: a) No registrar su asistencia al inicio de la sesión; b) En caso de votación nominal, no votar o no manifestar su abstención, en al menos un tercio de los proyectos que se discutan, salvo que exista causa justificada
c) Cuando se solicite, ya sea por un diputado o por el Presidente, la verificación del quórum a través del Sistema Electrónico o mediante el pase de lista, y no registrar en ese momento su asistencia; o d) Acumular más de tres retardos durante el mes.
Adicionalmente estipula que los diputados que, injustificadamente falten a sesiones, o acumulen más de tres retardos en el mes, no se les cubrirá la dieta correspondiente a las sesiones en que hubiesen estado ausentes, para lo cual la Tesorería efectuará el descuento correspondiente.
El primero en hablar fue Rementería Molina, quien aun cuando estaba a favor del dictamen, propuso devolverlo a la comisión para ampliar sus alcances y que en vez de que se contabilizara ausencia o no votación en un tercio de los proyectos que se discutan, se precisara el 100 %.
Su planteamiento encendió los ánimos de Lobato Calderón, quien al tener el derecho de palabra criticó a su colega de partido, diciéndole que los esfuerzos que se hacen en el Congreso no siempre son suficientes ante las exigencias de los ciudadanos.
Nuevamente tomó el micrófono el legislador por el distrito de Veracruz Puerto, para señalarla como la diputada con más faltas a las sesiones, acumulando hasta ahora 34, de tal manera que para él, su homóloga no era la más idónea para reclamarle.
Aún más molesta, la parlamentaria plurinominal justificó sus faltas diciendo que acudir a las plenarias no sólo es la función de los integrantes del Congreso, también la de atender a la ciudadanía. En ese sentido, afirmó que muchas veces no ha podido votar por estar recibiendo a personas que le piden su intervención.
Adicionalmente dijo que siempre citan a una hora específica para sesionar, pero no se comienza puntual, sino a la hora que la presidenta de la mesa directiva, María Elisa Manterola Sainz, “le da la gana de empezar” y también, que no acude a las reuniones previas de su bancada, porque es perder el tiempo.
La titular del Poder Legislativo, antes de decir que no se “subiría al rin” a pelear con su compañera, le respondió que las sesiones no iniciaban a tiempo “no porque a mí no me dé la regalada gana, sino porque a los diputados no les da la regalada gana de llegar a tiempo y hay que esperar que haya quórum”, invitándola a llegar a tiempo recordándole su impuntual.
El diputado Rodrigo García Escalante también se sumó a la pelea de sus homólogos panistas, afirmando que no se debía darle reflectores a “alguien que sólo quiere llamar la atención”, pidiéndole a Manterola Sainz que sometiera a votación el dictamen, que finalmente fue avalado por la mayoría del pleno.





