José Antonio Meade Kuribreña es un joven político mexicano, quien a pesar de su corta edad (48 años), para alcanzar la presidencia de la República, cuenta con un crédito personal y cuya imagen que se ha ganado con esfuerzo propio y con dedicación al trabajo; así vemos que durante el periodo presidencial del licenciado Enrique Peña Nieto tuvo a su cargo la Secretaria de Desarrollo Social, lo que le permitió conocer plenamente la gran marginación en que viven poco más de 50 millones de mexicanos pobres, desempleados o subempleados que a penas perciben lo necesario para su propia subsistencia, aún cuando muchos de ellos sobreviven de la dádiva oficial, debido a que su situación precaria y falta de ocupación laboral, no les permite disponer de los recursos económicos necesarios para cubrir sus necesidades básicas. Con esa visión social de México, conoció también los números alarmantes de comerciantes informales (40 millones) quienes ocupan los espacios públicos, banquetas, plazas y parques, para venta de artículos producto del contrabando y del robo al transporte público, cuya principal distribución proviene de los mercados de Tepito y La Lagunilla, de donde se colocan a otros gremios de la informalidad comercial diseminados por todo el país y que el comercio organizado se duele de la competencia desleal del comercio informal, que no paga renta, ni luz, ni agua, ni mucho menos impuestos.
El doctor Meade pasó de la titularidad de Desarrollo Social a la de Relaciones Exteriores, también dentro del equipo del presidente Peña y finalmente fue designado como secretario de Hacienda y Crédito Publico, quien conociendo de los impedimentos de Meade para ser candidato del PRI, simple y sencillamente, derogó los preceptos de los estatutos del PRI, para abrir las puertas a la candidatura presidencial a Meade Kuribreña. Con el ex presidente Calderón, el hoy precandidato del PRI fue secretario de Energía y después Secretario de Hacienda y Crédito Publicó. El PRI jamás había considerado que un candidato ciudadano, sin afiliación y sin militancia partidaria, pudiera convertirse en el candidato a la presidencia de la República; sin embargo, hoy Peña Nieto lo ha hecho posible y sin duda pugnará el presidente en funciones porque su sucesor sea el doctor Meade; apostándole a su candidatura y a su campaña, de la misma manera en que lo hizo en el Estado de México, en favor de del doctor Alfredo del Mazo Maza, a quien los analistas políticos daban por perdido en la elección de gobernador del EDOMEX, sin considerar que Peña Nieto jamás podría perder su coto de poder y del grupo Atlacomulco, porque tal perdida constituiría un mal presagio para la elección de 2018.
Ya hemos dicho, que los millones de mexicanos inconformes por su estado de pobreza y porque cada vez que se renueva la titularidad del poder ejecutivo (federal, estatal o municipal), la esperanza de los mexicanos pobres, es que lo saquen del estado de pobreza para ascender a la clase media, aunque los de clase media quisieran estar en el medía alta o en la oligarquía, para gozar de los privilegios que solo en sueños podrían alcanzar. Hay quienes no están de acuerdo en que el doctor Meade es un candidato ciudadano hoy abanderado por el PRI; porque antes pudo haber sido abanderado por el PAN, si Calderón así lo hubiera querido y operado. Pero más que buscar ideología política al candidato Meade Kuribreña, (que no la tiene), lo qué hay que entender es que se trata de un economista y abogado formado en el ITAM (Instituto Tecnológico Autónomo de México). Y que la Universidad de Yale en los Estados Unidos de Norteamérica, lo tuvo en sus aulas para formarlo en Economía y Finanzas avanzadas, para lograr convertirse en un político completo, quien ha recibido entro otros méritos académicos, la Gran Cruz de la Orden de Isabel La Católica.
Y como todos los políticos jóvenes, el doctor José Antonio Meade Kuribreña, seguro ésta preparado para enfrentar los grandes problemas de Economía de México, ya que, poco tiempo antes de renunciar a la Secretaría de Hacienda, para ser candidato del PRI, se sabe que consiguió un préstamo exterior de miles de millones de dólares, para tomar el control del peso y evitar una devaluación en caída libre. Sabe bien el doctor Meade, que México cuenta, todavía, con recursos como el petróleo, la minería, la producción de energía eléctrica, para mencionar sólo unos de los más importantes, que sirven de aval a todos los créditos que se requiera contratar en el extranjero o con bancos del interior, dispuestos a apoyar las acciones gubernamentales.
Y si fuera necesario discutir sobre el paquete económico, del año recién concluido para justificar la cuenta pública, el doctor Meade sería el mejor; y sobre el paquete económico del 2018, Meade se encargaría de orientar a los sectores del PRI, sobre la estabilidad, certidumbre tributaria y sentido social del mencionado paquete económico de 2018.
En lo que requeriría seleccionar a los más experimentados políticos mexicanos, sería en el combate a la delincuencia, y castigos severos para la corrupción, no anuncios espectaculares como los hechos por Peña Nieto, sino acciones espectaculares visibles y tangibles, para que el pueblo vea la efectividad del doctor Meade para combatir la impunidad. De la inseguridad se ha dicho todo y lo menos que se sabe, es que el pasado mes de diciembre aparecieron muertos, privados de su libertad y desaparecidos, según denuncias ciudadanas, en cifras mayores a las de los últimos 20 años; por lo que Meade Kuribreña tiene que estar capacitado y entrenado para acabar con todos esos eventos de la criminalidad y de los hechos de sangre.
El día de ayer, el precandidato Meade, en un acto de honestidad ante la gente, concentrada para escuchar su mensaje, dijo que si bien todas las encuestas lo ubican en tercer lugar, el ésta seguro de que en los próximos días les a de dar la vuelta y el primero de julio de 2018, la verdadera encuesta que se da con el voto en las urnas, lo pondrá en primerísimo lugar y será, sin cuestionamiento alguno, el próximo Presidente de México.