El arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, aseveró que actualmente no existe el respeto al cuerpo ni propio ni al de los demás, pues se registran de manera cotidiana asesinatos y secuestros.
«También hay falta de respeto al cuerpo humano, pues con los asesinatos, con los secuestros, que tiraron cuerpos, en una camioneta que los dejaron en la calle, aunque haya personas se dispara a quemarropa, a varios en su propio domicilio los asesinan, no hay ningún respeto, se meten en fosas clandestinas donde después de varios años aparecen personas que se perdieron, eso es cotidiano, desafortunadamente no vemos que disminuya».
Y es que durante su mensaje en la homilía de este domingo, refirió que el cuerpo humano es el templo del Espíritu Santo, por lo que es la expresión del alma y al atentar contra uno o contra cualquier persona se profana el templo de Dios.
«Por eso hay que respetar, el cuerpo de los demás, pues es la expresión del alma».
También señaló que el cuerpo es la expresión, lo que nos presenta ante los demás, el espíritu y el alma, además de que las expresiones de oración también se hacen a través de este.
«Mente sana en cuerpo sano, si la persona es limpia de corazón lo va a manifestar con su actitud corporal. Las expresiones de oración se hacen a través del cuerpo, de lo que realizamos. Cuantas expresiones de afecto, de amor y de cariño hacemos al abrazar a una persona, al desearle lo mejor y todo se hace a través de lo corporal y de los sentidos».
En este sentido, dijo que el cuerpo junto con el espíritu tienen una función importante que se denomina sexualidad, y esta a su vez en un don que Dios ha dado al hombre para la intimidad, el amor, el matrimonio, para formar una familia y tener hijos.
«El cuerpo tiene importante función en esto, la sexualidad es la transmisión de la vida humana, y la vida humana es el valor más grande que tenemos, que hemos recibido de parte de dios a través del amor de nuestros padres, por eso tenemos que valorar».
No obstante lamentó que en la actualidad la sexualidad es tomada como algo banal, común y que no crea responsabilidad, sino sólo busca placer con quien sea y como sea, y que no hay ninguna norma que lo limite.
«Todos los valores y dones que dios nos da siempre tienen reglamentación como los mandamientos, y en cualquier grupo humano es necesario que exista, hoy no es así, hay un libertinaje abierto que se propicia de todas las formas, por eso los compromisos no se asumen con responsabilidad».
Ante esto, aseguró que se tiene que dignificar a Dios a través del respeto al cuerpo, «Se tiene que dignificar a dios con el cuerpo, hoy hablar de castidad de abstinencia no es algo bien recibido, pero hace que una sociedad sea más prudente y responsable».





