Si hiciéramos un parangón con el futbol mundial, podríamos decir que al invitar el alcalde xalapeño Hipólito Rodríguez Herrero a la licenciada Patricia Ortega Pardo a que ocupara la Dirección de Finanzas de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento, es como si hubiera contratado a un Lionel Messi en su equipo.
De ese tamaño es el currículum de la licenciada Ortega Pardo en la administración pública y en el sector privado, porque ha sido muchas cosas y ha hecho muchas tantas otras buenas. Entresaco por ejemplo que fue la primera mujer en estar al frente de los Servicios Coordinados de Salud Pública en Veracruz, e hizo un gran papel, pero además con el Gobernador más exigente desde el punto de vista laboral, don Agustín Acosta Lagunes, al que doña Patricia le aguantó todas sus exigencias profesionales y todos sus desplantes de carácter, de modo tal que él decía que ella había sido la colaboradora más capaz y responsable que tuvo en su sexenio.
Con este nombramiento, Hipólito dio una muestra de sabiduría… aunque de la sabiduría de don Ricardo Ahued Bardahuil, que fue quien le recomendó a la licenciada Pardo y la convenció de que aceptara el reto, a ella que le encantan los desafíos.
Con este nombramiento, también, Hipólito Rodríguez avanzó en la consideración de los xalapeños y recuperó buena parte de la simpatía que estuvo a punto de perder irremisiblemente cuando colocó -al parecer por recomendación de Andrés Manuel López Obrador- en puestos clave a personas que ni siquiera conocían la ciudad (valga también el gesto para borrar el mal sabor de boca de su declaración apresurada e imprudente de que en Xalapa no había personas que cubrieran el perfil para trabajar en su Ayuntamiento).
Ahi sí que el Presidente Municipal demostró su capacidad de reconocer y enmendar errores, lo que no cualquiera se atreve a hacer.
La llegada de Patricia Ortega Pardo engalana al equipo de Hipólito Rodríguez, pero además suma capacidades, don de mando y voluntad para sacar del embrollo a CMAS. “No será fácil”, dijo sinceramente cuando asumió el puesto, y de inmediato se puso a trabajar en soluciones, en rescates, en ordenamientos.
Con su fina ironía, ella declaró al tomar posesión: “Yo quisiera poder tener una caja de regalos para la ciudadanía xalapeña y moños para el señor Rodríguez, pero sí quiero comprensión, apoyo y buena voluntad”.
Y mostró su talante ante los trabajadores de CMAS: “No quiero un romance de Disneylandia. A partir de este momento aquí se trabaja, y el esfuerzo más pequeño que ustedes puedan dar se va a apreciar”.
De ahí, se enfiló a su oficina para trabajar de inmediato en un diagnóstico administrativo y operacional de la Comisión, que permita desarrollar estrategias y tomar decisiones coherentes.
Bien por Patricia Ortega Pardo. Bien por la llegada de una persona honorable, honesta y más xalapeña que las flores. Bien por el doctor Hipólito. Bien por este nombramiento que lo honra y honra a la ciudad.
Con otros dos o tres que hubiera así…
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