Alcaldes de Morena han sido un fracaso; al de Mina le han renunciado ¡tres Secretarios!

Motivo de orgullo deberían de ser el acceder al poder para cambiar las cosas desde una lógica progresista, tal como Morena -el partido de Andrés Manuel y de Cuitláhuac- lo tenía presupuestado con antelación.
Pero con lo que no contaban ambos personajes es que el abrir tanto el abanico para que cualquier ciudadano, por el simple hecho de ser “pueblo”, pudiera aspirar a gobernar sus ciudades, tendría sus propios riesgos y vicisitudes.
Xalapa, Coatzacoalcos y Minatitlán son los municipios más emblemáticos en donde el Movimiento de Regeneración Nacional son y “están” haciendo gobierno.
De particular atención debe tomarse el caso de Minatitlán, sendero de la industria petrolífera nacional, en donde se cuenta con grandes bastiones del oro negro que se procesan para su refinación y proveeduría a toda la nación, y donde se está haciendo una tragicomedia del “gobierno” que encabeza un ex líder sindicalista, que sólo tiene en su haber “dirigido” a la quiebra la extinta Azufrera Panamericana y haber gestionado la pavimentación de una avenida, en sus años de “gestor” morenista.
A sólo setenta y ocho días de haber asumido el poder, el alcalde de la ciudad petrolera ha tenido ya tres secretarios del honorable ayuntamiento; razón por la cual deja a todas luces discernir que no son los personajes, ni perfiles, que han ocupado tal puesto, los que han estado mal o errados, sino el propio personaje que detenta el poder municipal es quien no es soportable por sus “colaboradores”.
A sólo setenta y ocho días de “gobierno” lo único que ha propuesto el alcalde de la ciudad es una forma desordenada de hacer y ser gobierno. No resuelve absolutamente nada; no propone; no hila dos palabras conjuntas para generar una idea concreta; su bandera de honestidad se diluye con la presencia de sus vástagos a la hora de la toma de decisiones fundamentales que para la proveeduría y la adquisición y designación de todo aquello que tenga que ver con recursos públicos, sobre todo los monetarios, tenga que ver.
A sólo setenta y ocho días no se tiene coherencia ni al interior de su fracción edilicia, ya que cuenta con una Sindica que salió de la nada, y a la nada retornará cuando se acabe la embriaguez del poder, sin habla y sin argumento, la representante legal del municipio está plagada de irregularidades y de ilegalidades que su propia persona y estirpe constituyen; con un cuerpo de regidores que lo único que hacen la mitad de ellos, los de su fracción, es decirle que sí a todo, por mal y desastroso que pueda ser para la ciudad y para la ciudadanía; con un conjunto de ediles de otras filiaciones que están a la espera que el munícipe siga resbalando, para hacerle su camita y provocar el juicio de sentencia que el Tribunal Superior de Justicia del Estado establece para el famoso desafuero y juicio político.
A solo setenta y ocho días de desgobierno se puede desmembrar, por lo que se le avecina al alcalde de aquella ciudad, todo lo que Cuitláhuac ha construido en años, al igual que lo que Andrés Manuel ha avanzado en décadas de ser ejemplo de una buena forma de ser y hacer gobierno.
A sólo setenta y ocho días y con tres secretarios del ayuntamiento ya, lo único que se puede prospectar es que ese gobierno municipal, aparte de ser la catástrofe de MORENA en la Entidad, llegará, de seguir con el entecamiento de quien “manda” en el municipio, a tener cuarenta y ocho secretarios del Ayuntamiento. Que terrorífica barbaridad.