El alcalde de Minatitlán, Nicolás Reyes Álvarez, sigue sin dar una. Y es que el tiempo avanza y el edil morenista no ha entregado a la Legislatura estatal el Plan Municipal de Desarrollo. Tampoco ha entregado el Proyecto de Inversión Pública, y el plazo está pronto a fenecer.
En ese tenor, los minatitlecos no tienen idea del plan y programa de obras para este año. Por lo que se advierte, todo son ocurrencias e improvisaciones.
Pero eso no es todo, la industria inmobiliaria está parada en ese municipio, pues en Catastro no han querido instrumentar la digitalización. En esa importante área todo lo hacen a la antigüita. Sólo falta que retornen a la época del papiro o de tablas de roca muy al estilo de la edad de piedra.
Y de la ingobernabilidad, ya ni se diga. Todo es confrontación, cero diálogo y nulo entendimiento entre las diferentes fuerzas políticas.
Ya medio en broma y medio en serio, los ciudadanos arrepentidos de votar por este viejito «neuras», dicen que «estábamos mejor cuando estábamos peor».
Pero al paso que va, Reyes Álvarez corre el riesgo de poner en peligro los resultados de las elecciones para su partido.
Tal vez por eso es que corre fuerte el rumor de que en la cúpula estatal y nacional de MORENA, ya están analizando seriamente la posibilidad de que Nicolás solicite licencia para evitar un duro traspié del partido de AMLO en los comicios del 1 de julio.
