Tremenda decepción la que provocó en quienes creyeron en su vocación “democrática” e “independiente” de los partidos el ex presidente de la Comisión de Derechos Humanos del DF y ex secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Emilio Álvarez Icaza.
Y es que de buenas a primeras, y después de obtener el aval de muchos ciudadanos que confiaron en sus propuestas para conformar su asociación “Ahora”, Álvarez Icaza se sumó a la campaña presidencial del panista Ricardo Anaya. Por supuesto que no de gratis, sino a cambio de ocho curules en el Congreso de la Unión, incluida una en el Senado para él mismo.
Triste final para un personaje que gozaba de cierta reputación en el ámbito político y académico de este país. Pero qué nos extraña. Esos “independientes” han salido peores que la partidocracia clásica.
