Al parecer, en la Comisión Nacional de Derechos Humanos también ven las cosas “al revés” de como las perciben en la burbuja presidencial.
Al hacer entrega de su informe de actividades 2017 al mismísimo Enrique Peña Nieto, el presidente de la CNDH, Luis Raúl González Pérez, señaló que el balance del actual sexenio en materia de derechos humanos “no es favorable”, y advirtió que no hay cambios significativos ni objetivos para un mayor respeto de los mismos en México.
Y acto seguido le mencionó los casos emblemáticos de violaciones a los derechos humanos del periodo peñista, como Igual, Tanhuato, Tlatlaya y Nochixtlán, por los cuales este sexenio quedará “marcado”.
Pero Peña dice que es “inexplicable” el “enojo social”.





