¿Comienza la autodestrucción de AMLO?

Tremenda zarandeada la que le tocó este día a Andrés Manuel López Obrador tras ser pillado llegando en una avioneta privada a la ciudad de Nogales, en el estado de Sonora, procedente de Nayarit.
Y no es que eso esté mal en sí, al contrario. El problema es que todo el discurso lopezobradorista sobre una mal entendida y más bien hipócrita austeridad, en el que jura que se mueve y se moverá por el país y por el mundo únicamente en vuelos comerciales, quedó exhibido como lo que siempre ha sido: puro rollo populista apantallatontos.
Y también quedó otra cosa de manifiesto: la andanada contra el “Peje” ya comenzó y ya cayó en la primera trampa, de las que hasta ahora se había cuidado bastante bien.
Pero el pez, o más bien el “Pejelagarto”, por la boca muere. No sería la primera vez.