Nada nuevo, nada diferente a lo esperado, nada innovador. Como se esperaba, fue el inicio de las campañas a gobernador en la entidad.
Cada quien en su querencia, ante los suyos, mostrando el músculo para las fotos y las crónicas.
Se aparecieron los desaparecidos, los que andan flotando sin comprometerse, pero que necesitaban que sus candidatos o candidata los vieran en el inicio para simular que están con todo.
Pepe y Miguel Ángel con eventos fuertes y presencia de personalidades de sus partidos. Cuitláhuac y July discretos en su estrategia del primer día.
Pasada la emoción de ser arropados por los simpatizantes, ahora viene lo bueno.
A lograr que los miles que los vitorearon ayer, vayan a votar por ellos. A lograr que esos miles, convenzan también en sus entornos. Ahí está la bronca.
A caminar, a enfrentar al ciudadano y a la ciudadana que ahora reclama de frente, que mienta madres, que exige, que ya no se deja engañar y mucho menos manipular.
A dar la cara, a proponer con seriedad, con viabilidad, el plan para el futuro de Veracruz. Esa es la parte más difícil, porque para insultar y destruir cualquiera, para construir y convencer, no cualquiera.
Sesenta días tienen para decirnos como sacar a este Veracruz adelante, porque ya no aguanta un engaño más, una administración fallida más, un experimento político.
Las y los veracruzanos decidiremos quien nos va a gobernar, lo haremos por el candidato o la candidata que tenga un mejor plan, sea serio y responsable, que demuestre que tiene los tamaños para hacerse cargo de este maravilloso pero complicado Veracruz.
Por cierto, será cierto que varios diputados federales están entre la espada azul y la pared roja? Hasta la risa les quitaron y el hambre se les fue.
Eso dicen.





