Un expriista avergonzado y desmemoriado, hoy capitaliza el descontento de los mexicanos agraviados por la Mafia del Poder y por políticos camaleónicos como el propio líder de Morena y el joven trepador y traicionero, polifacético y hablantín, mejor conocido como Ricardo Anaya Cortés.
El principal argumento de los morenos en defensa de López Obrador es la queja de que: Todos Unidos Contra el Puntero (TUCOPU) suman fuerzas para ganarle. Sin embargo, parecen olvidar que tanto el puntero, como como el “Naviero industrial”, se han aprovechado del hartazgo, indignación y desesperanza de un pueblo agraviado por la corrupción.
Pueblo que protesta fundadamente en contra de la rapiña, la impunidad e inseguridad; aunque de esos males sociales de nuestro tiempo, también son causantes y culpables los morenos y los recién llegados a sus filas; personajes que fueron usufructuarios de otros partidos, hoy convertidos en saltimbanquis de la política, pero bien identificados como depredadores del presupuesto público; a quienes reciben con los brazos abiertos tanto el tabasqueño como el panista para fortalecer sus filas.
Para colmo de males y desfachatez, donde han gobernado morenistas, perredistas y panistas, también se ha enseñoreado la delincuencia organizada, con crímenes tan repugnantes, como los recientemente publicados en la CDMX, Michoacán, Guerrero, Zacatecas y Jalisco, donde el gobernador Aristóteles (lástima de nombre en tal hombre), por desgracia expresión del Nuevo PRI, quien debe ser destituido y encarcelado por ineficaz y por cómplice .
Por lo que se confirma que no son los partidos, sino los políticos a los qué hay que evaluar por estar en el escrutinio público, a fin de emitir el voto en favor de los mejores hombres, así sean postulados por los peores partidos.
Es el hombre político cargado de un gran cinismo originado en la maldad y ambición de riqueza, el que mancha y estigmatiza a los partidos políticos; no son los partidos políticos los que desprestigian a los hombres; ya que buenos y malos políticos aparecen en todas las expresiones.
La mejor recomendación para el primero de julio debe ser emitir un voto reflexivo y razonado, en favor de los mejores hombres, y no guiarse por los partidos y alianzas, cuando todos han sido usados por políticos cargados de cinismo y corrupción.
El voto libre, secreto y directo hay que emitirlo en favor de los mejores candidatos.





