Inaudita e irresponsable, por decirlo de manera más que amable, la actitud del presidente municipal de Xalapa, Hipólito Rodríguez Herrero, que emberrinchado y en aras de escalar un diferendo político al nivel de confrontación se está llevando entre las patas a los habitantes de la capital del estado.
No puede entenderse, bajo ningún propósito, que el edil se oponga a la instalación de videocámaras en Xalapa bajo el pueril argumento de que el gobierno estatal no le pidió permiso. Es a todas luces una pendejada que, en contraparte, perjudica a los xalapeños al negárseles la implementación de una medida necesaria para velar por su seguridad.
Pero Hipólito está más ocupado en hacerse el digno y en atender los intereses de Morena, que en gobernar con responsabilidad. Ni a policía municipal llegamos en Xalapa y todavía bloquea la instalación de cámaras. Pero qué podíamos esperar, si no puede ni con la basura.
Al parecer, Hipólito es “doctor”, pero en ciencias ocultas, porque su irracionalidad está gruesa.
