Héctor argumenta que son “electoreras” acciones legales contra Karime y el Fisculín; ¿por qué los defiende?

¿Debería suspenderse durante un proceso electoral la procuración e impartición de la justicia? ¿O sea, que los delincuentes pueden gozar de una “veda electoral” sólo para que los políticos opositores no vayan a aducir “actos electoreros”?

Las investigaciones llevan tiempo. El acopio de pruebas requiere de semanas o hasta de meses. Y no sólo porque haya proceso electoral, la Fiscalía General del Estado o los jueces deben abstenerse de aplicar la ley. Si se esperan a que hayan transcurrido los comicios, los malandros se fugan o se sustraen a la acción de la justicia.

Por ello, es que es muy cuestionable que el senador priista Héctor Yunes Landa con total ligereza haya declarado que la detención del ex Fiscal Luis Ángel Bravo Contreras y la orden de aprehensión girada contra Karime Macías de Duarte son “electoreras”.

La opinión pública esperaba un pronunciamiento más congruente de Yunes Landa. Muchos ciudadanos querrían que el legislador hubiese visto de manera positiva que la justicia veracruzana se cierna sobre los que saquearon al estado de Veracruz, esos que son los culpables de que el PRI ahora tenga pésima imagen, lo cual mandará a ese partido al tercer lugar tanto para la Presidencia de la República como para la gubernatura. Si fuese más acucioso, el candidato perdedor a la gubernatura en 2016, se habría congratulado porque a Luis Ángel, Karime, y otros más, se les está colocado en el banquillo de los acusados. Ese gesto del representante del tricolor seguramente hubiera sido –eso sí— aprobado por los militantes y simpatizantes del Revolucionario Institucional. Habría sido un acto de congruencia y madurez política del choleño rojo.

Pero eso no es nada extraño. A Héctor nunca se le escuchó un pronunciamiento contra los actos de corrupción de Javier Duarte, su cónyuge y sus colaboradores durante el sexenio pasado.

Esta tibieza del senador suena más a una defensa disfrazada o tal vez ni tan embozada. Los que saquearon al estado merecen todo el peso de la ley; nadie debería salir a decir que se trata de actos electoreros, sino la más acertada acción de los que imparten justicia en Veracruz.