De la madre de todas las batallas políticas, al llamado a la estabilidad política nacional

Entre la ingobernabilidad, por la crisis económica y social que vive el país, en donde prevalecen la miseria, la delincuencia y la impunidad; preferimos la estabilidad política asegurada mediante la “segunda transición democrática de este siglo”, ahora con un gobierno de izquierda, tal como lo decidió el voto libre y secreto, con el que se llenaron las urnas electorales el día de ayer.

La miscelánea de políticos, algunos de ellos “talentosos” y otros de plano saltimbanquis impreparados y tránsfugas de la política; que rodean al presunto ganador de la contienda presidencial Andrés Manuel López Obrador, seguramente impedirán la cohesión del grupo que acompañará al tabasqueño durante su mandato, porque aunque ya se ha dicho, hasta el cansancio que “el agua y el aceite” jamás podrán mezclarse, las divergencias entre ellos, ya han comenzado a filtrarse.

En el gobierno del nuevo inquilino de los Pinos, es decir, de AMLO; quien aunque siempre lo negó; seguramente (su consorte) lo convencerá de ocupar esa sede habitacional, especialmente acondicionada y equipada para gobernar con comodidad y seguridad; para ver si eso, en algo contribuye a despejar su talento y cumplir con tantos compromisos hechos a la nación y sobre todo, a quienes creyeron sus promesas, como los NINIS, que ya se frotan las manos para recibir su “mesada” generosa y puntual, “por no hacer nada”.

La alianza del candidato de Morena, con poderosos dirigentes sindicales, como la maestra Elba Esther Gordillo Morales (SENTE), Napoleón Gómez Urrutia (mineros), y el grupo de empresarios que se la jugaron con su proyecto, son apenas una parte de grueso de organizaciones con las que el tabasqueño pactó.

Y aunque se supo de arreglos de su gente, con los lideres del comercio informal (unos 40 millones de mexicanos) que no pagan impuestos, ni luz, ni agua, ni nada, tendrán que encontrar alguna salida para justificarlos y sumarse al gran esfuerzo de sacar al país de la crisis económica y disminuir el número de desempleados que sobreviven de la dádiva oficial.

El primero en reconocer el triunfo del candidato de MORENA fue el candidato del PRI Pepe Meade Kuribreña; después apareció el candidato del PAN-PRD-MC Ricardo Anaya Cortés; pues ambos consideraron con el primer corte del PREP, que no había nada más que hacer y por el bien de México llamaron a la disciplina de sus equipos de campaña y de sus simpatizantes.