Las penas más severas evitarían la avaricia de los gobernantes y casos de corrupción e impunidad como los que se han registrado en los Gobiernos de Veracruz, afirmó el catedrático de la Universidad Metropolitana de Monterrey, Wael Hikal Carreón.
Al participar en el «Foro Prevención social de la violencia y la delincuencia», consideró que si bien algunos servidores públicos como los policías son por conductas criminales en los que participan, los altos mandos deberían recibir «un castigo ejemplar» para inhibir estás acciones.
«Con castigos severos se controlaría la avaricia de los gobernantes porque si no se castiga a los superiores, lo demás lo en fácil de hacer, por eso tanta gandallez en los actos», reafirmó.
El académico, durante su conferencia: «Génesis de la conducta criminal» comentó que los desvíos de recursos que se dieron en el sexenio del ex gobernador, Javier Duarte de Ochoa, están «fuera de todo entendimiento» e incentivan la criminalidad como un acto de venganza.
«Uno se enoja con los gobernantes porque el dinero no llega a dónde debe llegar y se manifiesta en el enojo, la desigualdad y la indiferencia por parte de los ciudadanos», explicó.
Alertó que dejar que esto siga ocurriendo, representaría correr el riesgo de la destrucción del país, con 60 de sus 130 millones de personas en la pobreza, pues puntualizó que la desigualdad provoca criminalidad.
“Lamentablemente pareciera que vamos hacia la destrucción (…) La criminalidad es causada por muchos factores que van presionando y qué más mal ejemplo que Veracruz con lo que ha tenido con sus gobernantes», insistió.
Finalmente expuso que no son necesarias más leyes o más fiscalías para frenar la descomposición social, sino que se aplique la ley que ya existe. “Es una cantaleta política que hacen del combate a la corrupción y siempre se están echando la culpa uno a otro», precisó.




