Equipos de rescate rastreaban el miércoles entre los escombros de un puente derrumbado en Italia que provocó 37 muertos, mientras el Gobierno culpa al propietario privado de la estructura, pidiendo dimisiones y dando pasos para quitarle su concesión de peaje.
El puente de 50 años, parte de una autopista de peaje que une la ciudad portuaria de Génova con el sur de Francia, se derrumbó el martes durante una jornada de lluvias torrenciales, provocando la caída de decenas de vehículos al lecho de un río, una vía del tren y dos almacenes.
Mientras las grúas llegaban para desplazar trozos de cemento partido del tamaño de un camión, cientos de bomberos buscaban supervivientes, y el impacto y el dolor público se convertían en enfado por el estado del puente de 1.2 kilómetros de largo, terminado en 1967 y reformado hace dos años.
El estado del puente y su capacidad para soportar grandes aumentos de la intensidad y el peso del tráfico a lo largo de los años ha centrado el debate público desde el derrumbe, cuando cedió un trozo de 80 metros mientras autos y camiones lo atravesaban a la hora del almuerzo.
El viceprimer ministro y ministro del Interior, Matteo Salvini, dijo que el gestor privado del puente había ganado “miles de millones” con los peajes pero “no gastó el dinero que se esperaba” y su concesión debería ser revocada.
Aparentemente hacía referencia a la empresa que tiene la concesión del puente, la italiana Autostrade, filial del grupo Atlantia.
“Lo mínimo es imponer los mayores castigos posibles y asegurar que aquellos responsables por los muertos y los heridos paguen por cualquier daño y delito”, sostuvo.
El portavoz de los rescatistas Luca Cari dijo que 400 bomberos estaban en el lugar, levantando grandes trozos de cemento para crear espacios a fin de que los equipos de ayuda busquen supervivientes.
El ministro de Transporte dijo el miércoles que había iniciado un proceso para quitar la concesión a Autostrade y pidió la dimisión de los principales gestores de la empresa.
Autostrade per l’Italia no fue capaz de cumplir con sus obligaciones bajo el contrato que regula la gestión de esta infraestructura”, dijo Danilo Toninelli en el canal estatal RAI 1, añadiendo que buscaría aplicar grandes multas a la empresa.
INSPECCIONES ESTRUCTURALES
He ordenado al ministerio que comience todos los procedimientos para aplicar el acuerdo, esto es revocar la concesión a estas compañías y buscar sanciones significativas que pueden alcanzar hasta 150 millones de euros basados en los términos del contrato”, dijo el ministro.
Atlantia y Autostrade no respondieron inmediatamente a solicitudes de comentarios.
Sin embargo, en un comunicado, la concesionaria de autopistas italiana Austostrade per l’Italia, filial de Atlantia y responsable de la gestión del puente, aseguró hoy que el viaducto estaba sometido a controles periódicos, sujetos a la normativa del país.
La empresa publicó un comunicado para justificar la correcta manutención del viaducto, después de que el ministro de Infraestructuras, Danilo Toninelli, exigió a los directivos de la compañía que dimitan.
Autostrade notificó que actualmente estaba trabajando para asegurar el pavimento del puente y hoy insistió en que las labores cumplían una serie de controles.
“Las labores en el viaducto estaban siendo supervisadas por los servicios técnicos de la autopista de Génova de forma trimestral, de conformidad con los requisitos legales, y a través de auditorías adicionales realizadas con equipos altamente especializados”, dijo Austostrade en una nota publicada en su página web.
“Además, los equipos técnicos empeñados en el área han valorado el mantenimiento del viaducto y la eficacia de los sistemas de control adoptados, de empresas e instituciones líderes en el mundo en pruebas e inspecciones en el marco de las mejores prácticas internacionales”, añadió.
Subrayó que los resultados de los controles “llevados a cabo por sujetos externos autorizados siempre han brindado a las estructuras técnicas de la compañía garantías adecuadas sobre el estado de la infraestructura”, unos datos que se han utilizado también “para el diseño de intervenciones de mantenimiento en el viaducto, aprobadas por el Ministerio de Infraestructura y Transportes”.
La compañía indicó que está “proporcionando a las instituciones competentes todo el apoyo necesario para esclarecer las causas del trágico suceso y restablecer el tráfico en la autopista lo más rápido posible”, y envió un mensaje de condolencias a las familias de las víctimas.
El Puente Morandi, nombrado así por el ingeniero que lo diseñó, forma parte de la autopista A10 motorway gestionada por Autostrade. El trazado de 55 kilómetros de la A10 supone alrededor del 1.7 por ciento del tráfico de la red del mayor operador de peajes de Italia, según una estimación de un analista.
“Los principales gestores de Autostrade per l’Italia deben dimitir en primer lugar”, insistió Toninelli en un mensaje en Facebook.
Añadió que el Gobierno inspeccionaría la estructura de puentes viejos y túneles a lo largo del país con vistas a lanzar un programa de reparaciones si es necesario.
Pocas horas después de la catástrofe, el Gobierno que asumió el poder en junio dijo que el derrumbe demostraba que Italia necesitaba gastar más en sus deterioradas infraestructuras, haciendo caso omiso de las restricciones presupuestarias de la UE si es necesario.
“Deberíamos preguntarnos a nosotros mismos si respetar esos límites es ahora más importante que la seguridad de los ciudadanos italianos. Obviamente, para mí no”, dijo el vice primer ministro Salvini, líder de la Liga, un grupo de extrema derecha que forma parte de la coalición en el poder.
La policía de Génova dijo el miércoles que la cifra de muertos era de 37, con 16 heridos.