El ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, José Ramón Cossío Díaz, opinó que la regulación o legalización del uso de la marihuana no será generadora de paz social como se está pensando, ello luego de que este jueves la ex ministra y senadora de Morena, Olga Sánchez Cordero, lo propuso en tribuna “para acabar con la guerra que nos sigue matando”.
El Ministro consideró que al regular el uso de esta droga no se abatirían los índices de delincuencia, quizá sí en una forma muy pequeña, porque hay otras formas mucho más graves de delincuencia que no se acabarían regulando el cannabis.
Su impresión es que la regularización del uso de la marihuana no tendrá una causalidad directa con el abatimienito de los índices delictivos.
Refirió ejemplos de otros países donde se ha permitido o regularizado el uso del cannabis y señaló que éstos no cambiaron.
“Podría disminuir en una porción pequeña. Hay muchísimas más actividades delictivas realmente graves, como la trata de personas, otras que no tienen que ver con la marihuana, entonces creo que ampliar las condiciones el consumo de la marihuana tendrá algunos efectos, pero con toda franqueza no creo que sea una generadora, por sí misma la legalización, de paz social como se pretende”, expresó.
Negó que la modificación de la próxima Secretaría de Gobernación vaya a ser letra muerta, sí afectaría algunos sectores, pero no todos los índices delictivos tan altos que se registran en el país.
En otro tema, negó que el nuevo sistema de justicia penal haya fracasado, como lo consideran algunos académicos y abogados penalistas.
«Si uno no se da cuenta de las cosas que están faltando hacer, que básicamente desde mi punto de vista es capacitación de seres humanos, que aprendan a hacer cosas que no saben hacer, porque estamos frente a un nuevo modelo, entonces sí creo que podemos tener una corrección», destacó.
Recordó que la reforma constitucional del 2008 brindó un tiempo de ocho años para que se hicieran todos los cambios para celebrar los procesos penales acusatorios, mismo que venció en junio de 2016, de manera que le parece que México llegó un poco tarde a los cambios, porque no se han hecho todas las cosas que se necesitaban hacer.
«Se pensó que al decirse que como la reforma era judicial, sólo se entrenó a los jueces, pero no se entrenó a policías, a periciales, defensoría, a los ministerios públicos, lo que está provocando un vacío importante en la manera en la que se están llevando los juicios», señaló.






