Ante los altos índices de violencia, que nadie puede negar, por los hechos de sangre sucedidos en todo el territorio nacional, urge que el Presidente Electo Lic. Andrés Manuel López Obrador, acuda al rescate y control de la seguridad pública a cargo de doña Olga Sánchez Cordero y don Alfonso Durazo, quienes serán los responsables de la gobernanza y de la seguridad, no solo ante AMLO, sino ante todos los mexicanos.
La corrupción, la impunidad y otros vicios de la función pública, son males que hereda a su salida, el gobierno de Enrique Peña Nieto. Y ahora corresponde dar respuesta efectiva a quien sembró la esperanza de todos sus seguidores y aún de quienes sin votar por él, lo reconocemos dispuesto a enfrentar todos los retos de su alta responsabilidad que iniciará el sábado 1º de diciembre, con las banderas de NO ROBAR, NO MENTIR Y NO TRAICIONAR AL PUEBLO.
La sociedad esta consciente de que no se podrán borrar de un plumazo, la inseguridad, la criminalidad, la corrupción e impunidad, porque son conductas muy arraigadas desde mediados del siglo pasado hasta nuestros días. La confianza de todos en AMLO, es que junto con sus colaboradores, destierre los vicios de sus antecesores y procure el rescate de los 53 millones de mexicanos que padecen todos los días una vida miserable, por el estado de pobreza que los asfixia, frente al otro 50% de los mexicanos que viven en la opulencia, que insulta y agravia a todos.
Las fotografías recientemente difundidas por el equipo de prensa del Presidente Electo, en donde aparecen Peña Nieto y López Obrador, después de una comida en la casa particular del próximo Presidente, han causado una extraña y controvertida sensación en los sectores sociales, económicos y políticos de México más que por lo que refleja la fotografía, por la declaración del boletín que acompaña la foto.
No se entiende que el Lic. López Obrador y su gobierno, se nieguen a ejercitar acciones penales contra los altos funcionarios que le antecedieron, en medio de acusaciones tan graves, como el caso de los “obsequios” del Grupo Higa, los sobornos de la petrolera Odebrecht, la llamada “Estafa Maestra”, los endeudamientos públicos y privados; y la muerte de más de 100 mil hombres y mujeres, víctimas de la criminalidad y sanciones penales, correspondientes al sexenio que termina, por sólo citar algunos de los expedientes denunciados, que se encuentran aún pendientes de determinar.





