El Consejo Político Estatal del PRI determinó que el próximo líder estatal del partido será a través de una consulta a la base.
Este domingo, se reunieron en esta capital los consejeros políticos para lo que será la renovación de la dirigencia estatal para el periodo 2019-2023 con fundamento en el artículo 174 de los estatutos que rigen la vid interna del partido.
De ahí que se puso a consideración de los priistas del método de elección estatutaria de quienes deberán de asumir la presidencia y la secretaría del Comité Directivo Estatal del Tricolor.
La cual deberá ser a través de elección directa con la base militante.
Por lo que a los nuevos dirigentes les tocará encabezar las elecciones intermedias donde se renovará el Congreso Federal y el local.
Lo anterior se basa en fundamento en lo dispuesto por los artículos 77 y 84 fracciones I, II, y VI de los
Estatutos que rigen la vida interna del Partido Revolucionario Institucional, así como los artículos 18 fracciones I, II, III, VIII y 22 del Reglamento del Consejo Político Nacional.
Por lo pronto, son varios aspirantes a la dirigencia estatal, como los que identifican como fidelistas, tal es el caso Tomás Carrillo, Marlon Ramírez y Antonio Benítez Lucho.
También se mueve el exalcalde de Paso de Ovejas Adolfo Ramírez Arana y aparece el nombre de la encargada del CDE, Lillian Zepahua. Mientras que el dirigente de la Liga de mComunidades Agrarias, Juan Carlos Molina, ya dijo que él también quiere ser presidente.
Tras la lectura del método de selección, los priistas aplaudieron y confiaron en volver a recuperar la credibilidad del electorado que en el pasado proceso local los envió a la tercera fuerza en el estado.
