Con el prólogo elaborado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, se han comenzado a distribuir diez mil ejemplares de la Cartilla Moral que en 1944 escribió el pensador y diplomático mexicano, Regiomontano Universal, don Alfonso Reyes, documento valioso que en ese entonces cumplió el propósito original de su elaboración, dentro de la campaña nacional contra el analfabetismo, dirigida por el Secretario de Educación Pública, Jaime Torres Bodet, durante el Gobierno del Presidente Manuel Ávila Camacho.
Las lecciones de la Cartilla Moral estaban orientadas en primer lugar, a combatir el analfabetismo, que alcanzaba al 80% de la población y para superar ese rezago social en 1944 se promulgó la Ley de emergencia contra el analfabetismo y el documento elaborado por don Alfonso Reyes, que contenía la exposición de principios éticos y de moralidad pública; además del respeto por la vida, tolerancia a la diferencia y empatía entre los individuos; y el respeto al planeta y a los recursos naturales, con una orientación democrática.
El designado por López Obrador para esta titánica tarea, es José Agustín Ortiz Pinchetti un político mexicano que ha sido diputado federal y militante del PRI en los tiempos en que presidió el partido el tabasqueño Carlos Madrazo, dirigente nacional del tricolor y padre del licenciado Roberto Madrazo Pintado. Ortíz Pinchetti también fue diputado plurinominal por el PRD en 2003; Secretario de Gobierno en la Jefatura de Gobierno de López Obrador en el DF y ha desempeñado un gran número de cargos públicos en el Gobierno Federal; hoy estrechamente vinculado a MORENA.
Ortíz Pinchetti señala la corrupción del gobierno porfirista y de casi todos los gobiernos emanados de la Revolución Mexicana, haciendo hincapié en que la “ingeniería de la corrupción” se instituyó con toda su fuerza durante el Gobierno del Presidente Miguel Alemán Valdés. Critica que Peña Nieto haya justificado la corrupción de una manera cínica, al expresar que dicho mal es parte de nuestra cultura y forma de ser.
Ahora el Presidente López Obrador se ha impuesto la meta de difundir, el “respeto a la persona, a la familia y a la Ley”; motivos más que suficientes para que el exhorto presidencial se atienda sin importar credos religiosos, convencionalismos sociales o militancias políticas. Esperamos que así sea y que la moralidad acabe con la corrupción.





