Amarran y desnudan a presuntos asaltantes de taxi; «como decía mi madre, por pendejo», reconoce uno de ellos

Taxistas y vecinos del fraccionamiento El Faro de Veracruz, detuvieron, desnudaron y amarraron a un par de sujetos que presuntamente asaltaron, con cuchillo, a un ruletero. Dos más lograron escapar al lanzarse a un pantano.

Los presuntos delincuentes fueron exhibidos, humillados y hasta recibieron una «calentadita» por parte de la turba que los detuvo esta mañana de lunes.

«Me dio miedo, pensé lo peor, a como están las cosas pensé lo peor, por eso me eché a correr», dijo Iván de Jesús «N», uno de los detenidos que aseguró ser inocente.

El joven relató que pasó el domingo en el Carnaval de Veracruz, acompañado de sus amigos. Convivió con sus camaradas al ritmo de la música, el alcohol y las mujeres, pero jamás imaginó la forma en la que terminarían las cosas.

Dijo que finalizada la fiesta, se trasladó a casa de un amigo para seguir la rumba, pero que las cosas cambiarían por culpa de uno de ellos a la hora de abordar un taxi.

«Nosotros venimos del Carnaval de noche, venimos a dejar a un amigo que se fracturó la pierna anoche en el Carnaval y pues nos quedamos con él en su casa conviviendo un rato y pues salió que un muchacho salió a hacer una graciosada».

Iván de Jesús, oriundo del puerto de Veracruz, aclaró que no es un delincuente, pero reconoció que esta mañana estaba en el lugar y con las personas equivocadas.

Eran cuatro jóvenes en total los que viajaban en la unidad del Transporte Público, pero a uno de ellos se le ocurrió asaltar al ruletero a punta de cuchillo, aseveró Iván. Cuando el atraco se había consumado, todos se echaron a correr.

La víctima del asalto solicitó el apoyo de sus colegas y entre varios taxistas comenzaron con la persecución para dar con los presuntos ladrones.

Al llegar al fraccionamiento Los Faros, Iván y otro de los cómplices del asalto fueron detenidos, golpeados, amarrados y despojados de la ropa, pero el otro par escapó por un pantano.

El joven dijo temer por su vida, pues pensó que sería linchado.

-Yo no hice nada, no, no, nunca he tenido la necesidad de robar

-¿Cuál fue la graciosada que hizo (tu amigo)?
-Robar a un taxista con un puñal, pero lo hizo solo, bueno, a últimas estamos pagando, bueno, ahora si que está bien, como decía mi madre, por pendejo.

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