Lo escribió Jaime Núñez, en su columna «Al mando» de El Heraldo de México:
«La actual situación de la industria aérea nacional recuerda la de 2010, cuando la excesiva oferta de asientos, volatilidad del peso y altos costos de combustible contribuyeron a la quiebra de una aerolínea, Mexicana de Aviación. Hoy la situación se ve aún más compleja; en 2018 la sobreoferta cerró en 9.6 millones de asientos, y las compañías aéreas nacionales reflejaron en sus estados financieros la gravedad de la enfermedad. Sin embargo, llama la atención el caso de Interjet: una deuda de 23 mil millones de pesos al cierre de 2018 –tres veces su capital contable–, el fracaso de sus equipos Sukhoi de los cuales aún conserva 11 –siete operativos– y una negociación sindical abierta. Tan grave pareciera ser su situación, que su propio director general informaba “se va a acabar esta compañía”, de acuerdo a un video que circuló en días pasados por redes sociales y en el contexto de tomar decisiones de largo plazo. Si bien la situación de VivaAerobus, de Juan Carlos Zuazua, Aeroméxico, de Andrés Conesa y Volaris de Enrique Beltranena, no es miel sobre hojuelas, para la compañía de Miguel Alemán, el reto parece aún mayor.» Y pese a no saber administrar bien la empresa que le heredó su papá, ¿Miguel Alemán Magnani aún piensa en ser candidato a gobernador de Veracruz en 2024? Que alguien de la torre de control le diga que acá ¡no puede aterrizar!





